“Es a la vez mucho y demasiado poco”. Así valoró el lunes la fiscal Laure Chabaud la petición de 20 años de cárcel para Dominique Pelicot por un delito de violación con agravantes. Se trata de la máxima condena que permite el Código Penal francés para casos de violación (sin contar la cadena perpetua, reservadas para “actos de barbarie y tortura”). Se han considerado tres agravantes para la condena de Pelicot: que cometió y organizó estas violaciones en calidad de cónyuge de la víctima, quela víctima se encontraba bajo los efectos de la sumisión química y que los hechos se cometieron en reunión.
La fiscalía ha solicitado la pena más alta posible para Pelicot, pero también la más alta del caso Mazan: los 50 acusados restantes se enfrentan, a partir de ahora, a castigos que van desde los 4 años hasta los 16 de reclusión criminal, sin contar a Jean-Pierre M., aprendiz del señor Pelicot, para quien han pedido 17 años de prisión. Las requisiciones del Ministerio Público continuarán el miércoles, con los 4 acusados restantes, debido a un incidente ocurrido en los últimos minutos de la audiencia con uno de los acusados, Christian L., para quien piden 14 años de prisión. Según han relatado periodistas presentes en la sala, el hombre pedía hablar con su abogado, pero el servicio penitenciario le ha sacado a la fuerza de la sala.
Una vez terminadas las exposiciones de los fiscales, el tribunal escuchará los alegatos de la defensa y procederá a deliberar su fallo, previsto para el 20 de diciembre.
La variación del castigo solicitado por el Ministerio Público ha dependido de los antecedentes penales de los acusados y el tiempo pasado en prisión preventiva hasta el juicio. Se ha tenido especial inquina ante aquellos que no habían confesado los actos de los que les acusaban, alegando falta de intencionalidad, consentimiento de la víctima o incluso ser homosexuales. En su valoración, ha tenido también especial importancia si hubo o no penetración y el nivel al que llegó este acto sexual.
La legislación francesa exige que haya algún tipo de penetración para que constituya delito de violación. Desde el año 2021, cualquier “acto buco-genital” también es constitutivo de violación.
Cuatro años, el castigo más laxo
Los fiscales piden la pena más baja para Joseph C., de 70 años. A este hombre se le imputaba un delito de “agresión sexual en reunión”, tal y como ha precisado este martes el fiscal general, Jean-Fracçois Mayet. Joseph C. visitó el domicilio de los Pelicot la noche del 9 al 10 de junio de 2020. Los investigadores no pudieron observar “ningún acto de penetración sexual” y, según ha dicho Mayet, “no existe ninguna prueba contraria en el marco del procedimiento judicial”.
Así, ha quedado demostrado que Joseph C. “realizó tocamientos en la víctima” y que los hechos se cometieron “en reunión”, junto a Dominique Pelicot y Romain V., otro de los acusados. El hombre habría admitido durante la investigación haber escuchado a Gisèle Pelicot roncar y “alguna otra cosa anormal”, sin haber podido verbalizar nada más. El acusado declaró no haber advertido de los hechos por miedo y negó conocer que la víctima estaba drogada.
Las agresiones sexuales tienen una pena máxima de 7 años de prisión y 100.000 euros de multa, pero el fiscal general ha pedido para Joseph C. cuatro años de reclusión y la prisión preventiva.
De 10 a 16 años para los delitos de violación
Para el resto de los acusados, perseguidos por delitos de violación con diferentes agravantes (principalmente el de sumisión química y el de reunión), la fiscalía ha solicitado penas de entre 10 y 16 años de cárcel. De aceptar el tribunal estas peticiones, la mayoría de los acusados superarían la media de tiempo de condena en Francia por el delito de violación, que ronda los 10 años, según datos del Ministerio de Justicia.
Los fiscales han rechazado en todos los casos las teorías de la defensa que presentaban dudas sobre el consentimiento de Gisèle Pelicot ante los hechos. “Nunca tuvo el consentimiento ni lo pidió”, han repetido para cada uno de los acusados.
La más alta de las requisiciones, de 16 años de prisión, ha caído en Fabien S., de 39 años, a quien se imputa una única violación en agosto de 2018. El acusado se encuentra en prisión preventiva y cuenta con varios antecedentes penales, entre ellos una condena por el tribunal de menores por agredir sexualmente a una niña de 15 años entre 1997 y el año 2000, cuando él tenía entre 13 y 15 años. Fabien S. presenta un “trastorno límite de la personalidad grave” y es “un seguidor del sadomasoquismo” que “convierte a su pareja en un objeto sexual”, según ha expresado la magistrada Laure Chabaud.
La misma petición de prisión han hecho para Charly A. y Cédric G. El primero, de 30 años, agredió sexualmente seis veces a Gisèle Pelicot, entre 2016 y 2020. Llevaba en prisión preventiva desde el 11 de febrero de 2011. Charly A. “solo reconoció los hechos durante la audiencia y admitió que no se había hecho muchas preguntas” respecto al consentimiento, ha descrito el fiscal general. Mayet ha señalado que “no es peligroso en el sentido psiquiátrico o criminológico”.
Respecto a Cédric G., de 50 años, Mayet ha relatado “su fuerte adicción al sexo y a todas las prácticas más extremas”. Dominique Pelicot otorgó a este acusado varias dosis del ansiolítico Temesta para que este pudiese drogar a su propia novia, si bien terminó por no hacerlo. Cédric G. ha abusado de múltiples de sus exparejas, obligándolas a la prostitución o al “libertinaje”. Los investigadores localizaron, además, múltiples imágenes pornográficas con menores en sus dispositivos, entre las que aparecía la hija de una de sus exnovias.