Las bodas son momentos llenos de alegría, amor y celebraciones, pero también pueden traer consigo ciertos dilemas fiscales. Uno de ellos es saber si es necesario tributar por los regalos que se reciben, especialmente aquellos de gran valor.
Si bien el regalo de boda es un gesto común, lo cierto es que, desde un punto de vista fiscal, estos obsequios se consideran una “adquisición a título gratuito”, lo que significa que, al igual que las donaciones, deben ser declarados en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, según explican los asesores fiscales de Taxdown.
¿Cuándo debo declarar los regalos de boda?
El primer punto clave es que todo aumento de patrimonio debe ser declarado ante Hacienda, y los regalos de boda no son una excepción. Si se recibe una cantidad significativa de dinero o bienes materiales (como joyas o una propiedad), es necesario conocer su valor para cumplir con la obligación de declarar. Por ejemplo, si luego se decide vender un objeto que regalado, como un cuadro o un coche, habrá que declarar la ganancia o pérdida patrimonial correspondiente en la declaración de la renta.
Aunque Hacienda no suele investigar los regalos de boda, los regalos de gran cuantía pueden llamar su atención, y en caso de que sea necesario, podría pedir a los novios que justificasen su origen. Para evitar futuros problemas, es recomendable guardar todos los documentos relacionados con los regalos, como facturas, transferencias bancarias y contratos de los servicios prestados durante la celebración.
¿Qué pasa con el dinero en efectivo recibido en la boda?
Uno de los regalos más comunes en las bodas es el dinero en efectivo, a menudo entregado en sobres. Aunque esta práctica ha disminuido con el tiempo debido al auge de las cuentas bancarias específicas para regalos de boda, aún hay quienes prefieren entregar el dinero de forma directa.
En este caso, lo mejor es optar por las transferencias bancarias, ya que son fácilmente trazables y permiten justificar ante Hacienda que se trata de un regalo de boda. Si, por el contrario, se reciben grandes cantidades de dinero en efectivo, sin poder justificar su origen, puede surgir un problema si Hacienda realiza una inspección.
Según la normativa, si el ingreso supera los 3.000 euros o incluye billetes de 500 euros, las entidades bancarias están obligadas a informar a la Agencia Tributaria sobre la transacción. Si esto sucede, es fundamental poder justificar el origen del dinero, de lo contrario, Hacienda podría considerarlo una ganancia patrimonial no justificada y obligar a declararlo en la declaración de la renta.
Impuesto de Sucesiones y Donaciones
Una de las particularidades del Impuesto de Sucesiones y Donaciones es que cada Comunidad Autónoma tiene la capacidad de aplicar sus propias bonificaciones o reducciones. Esto significa que, dependiendo de dónde se viva, se puede pagar más o menos impuestos por los regalos de boda.
Aunque no hay un mínimo exento específico para los regalos de boda, sí es importante saber que cualquier cantidad que suponga un aumento de patrimonio debe ser declarada. Esto incluye tanto el dinero en efectivo como los regalos materiales.
La tributación varía dependiendo del valor del regalo, del grado de parentesco entre el donante y el receptor y de la Comunidad Autónoma en la que se resida.