El mundo del turismo está convirtiendo a las ciudades en parques temáticos para los visitantes. Destinos como Lisboa se han vuelto prohibitivos para los habitantes locales, que han tenido que marcharse a otras zonas al no poder encontrar una vivienda asequible. Los propietarios optan cada vez más por convertir sus inmuebles en alquileres turísticos que en residencias permanentes.
Esta situación es la que ha tenido que experimentar una pareja de ancianos en Reino Unido. Los mayores de 68 y 70 años que, además, están diagnosticados con cáncer y Parkinson, se han visto obligados a vender su casa en Great Yarmouth, una ciudad costera situada al sureste del país. Según lo han descrito los propios afectados, ha sido una “pesadilla viviente”.
Ann y Stephen Frew compraron la propiedad de cinco habitaciones en Trafalgar Road en diciembre de 2021. Su objetivo era mudarse a la propiedad y reformar algunas estancias, como la cocina o el baño, para poder hacerlas más accesibles. Querían que fuera la “casa de sus sueños”.
Sin embargo, apenas unos meses después de desembolsar 40.000 libras en renovaciones, la pareja recibió una notificación de cumplimiento del Consejo. En ella se indicaba que no tenían permiso para usar el edificio que, anteriormente, estaba ocupada por Merivon Guesthouse, una pensión. La nota citó la inclusión de la propiedad en la política GY6 del distrito, restringiendo el cambio de uso de alojamiento turístico a viviendas privadas en un intento de proteger la economía local impulsada por los turistas.
Un futuro roto
El señor y la señora Frew presentaron una solicitud para cambiar el uso del edificio a residencial, pero el ayuntamiento la rechazó alegando una pérdida “injustificada” de la oferta turística; según el Consejo, el turismo genera 648 millones de libras al año en Great Yarmouth. Se desestimó un recurso ante la Inspección de Planificación por el mismo motivo. Finalmente, tuvieron que poner la casa en venta por 250.000 libras esterlinas.
Tras la decisión, la pareja compareció en Eastern Daily Press, donde aseguró estar viviendo “en un limbo absoluto” desde que recibieron la notificación. La Sra. Frew dijo: “Nos sorprendieron por completo. La notificación de ejecución trastocó por completo nuestro mundo y lo que queríamos hacer”.
“Durante el proceso de transferencia de propiedad, los abogados revisaron todo lo que debían haber hecho, pero en las búsquedas no se encontró ninguna restricción de planificación sobre la propiedad”, confirmaron. Sin embargo, un vecino escribió al ayuntamiento alegando que el señor y la señora Frew conocían su historia como casa de huéspedes porque “tuvieron que retirar todos los muebles y el contenido antes de mudarse”.
Sus palabras fueron: “El Merivon fue un negocio próspero bajo la propiedad de Jane Reynolds durante casi 20 años. Cuando lo vendió a los propietarios actuales, dejaron muy claro que no tenían intención de gestionar un negocio y que sería una vivienda privada”.
El vecino también apoyó la posición de la autoridad local, escribiendo: “Trafalgar Road es la calle emblemática de Great Yarmouth para los B&B (Bed and breakfast), se utiliza en publicidad promocional debido a su singularidad y debe seguir siendo así”.