Pablo Motos no se ha callado. Después de que el pasado jueves David Broncano anunciara que la entrevista que tenía prevista para ese día en La Revuelta no iba a poder salir al escenario por presiones por parte de El Hormiguero, la tensión entre ambos sobrepasa la guerra de audiencias.
“Hoy iba a venir, de hecho está aquí abajo, Jorge Martín, campeón del mundo de MotoGP”, explicó David Broncano el jueves, añadiendo que el programa comenzó a grabarse más tarde porque el equipo de Pablo Motos habría presionado para que el motorista no saliera: “Media hora antes de empezar el programa nos han dicho que en El Hormiguero se han enterado de que venía hoy aquí, y como en teoría va la semana que viene allí, no quieren que nadie esté antes en La Revuelta”, dijo Broncano. Para rellenar los últimos 15 minutos del programa, La Revuelta emitió imágenes sobre ciervos con música de fondo, que se han hecho muy virales en las redes sociales.
Por su parte, El Hormiguero emitió un comunicado vía X asegurando que todo había sido “un malentendido sin mayor importancia”, ya que ellos contaban con la exclusiva de la primera entrevista de Martín tras ganar el mundial de MotoGP, y “uno de sus representantes” cometió “un error al cambiar la visita que tenían programada con otro piloto”. “Tras lo sucedido, Dorna, empresa organizadora del Mundial de Motociclismo, contactó con los representantes para resolver la situación”, finalizaron así la publicación.
“Tener que hablar de la gestión de una entrevista me da un poco de reparo”
Este lunes, nada más comenzar, Motos ha dejado claro que él “nunca” ha sido de “entrar en ninguna polémica”, pero que “hoy no me queda más remedio que defenderme de una agresión que le han hecho al equipo y a mí”. Así ha dado primera pincelada, pero no ha sido hasta casi terminar el programa, cuando que el presentador ha hablado directamente sobre la polémica, dejando en ascuas a todos los espectadores hasta el final.
Tras la entrevista a los actores Kira Miró y Salva Reina, y la tertulia con varios de los colaboradores habituales de El Hormiguero, Pablo Motos se ha levantado de su silla y se ha dirigido a la cámara para dar su versión de lo ocurrido. “En primer lugar, quiero pediros perdón a toda la audiencia porque con la que está cayendo en este país, con la confesión de Aldama, con todas las implicaciones del Gobierno, y con la DANA y toda esta gente desatendida, tener que hablar de la gestión de una entrevista me da un poco de reparo”, ha comenzado diciendo el presentador.
Después, destacando que, según él, se ha hablado “demasiado” sobre este asunto, ha explicado que “hay intereses y cortinas de humo que uno no puede controlar”. Además, ha dejado claro que él tiene asumido que de El Hormiguero y de él mismo se habla mucho, “a veces barbaridades”, pero que es algo normal siendo un programa que lleva 19 años en emisión. Aun así, ha dicho que “siempre” ha intentado “evitar polémicas, incluso cuando desde otros programas de la competencia se han hecho, y se hacen contra mí de manera continuada, pullas de mal gusto e irrespetuosas camufladas de humor, cuando en realidad son ataques”.
Pablo Motos responde a la polémica #KiraSalvaEH pic.twitter.com/3VFL8kkWaZ
— El Hormiguero (@El_Hormiguero) November 25, 2024
Sin embargo, ha asegurado que no podía permitir ofensas hacia él mismo y su equipo: “No puedo permitir que se ponga en duda el trabajo del equipo de El Hormiguero y se insinúen cosas que no son ciertas”. Hablando ya directamente sobre la entrevista a Jorge Martín, ha aclarado que en su programa se planifican las entrevistas “con mucha antelación” para “preparar mejor las entrevistas”. “Con Jorge teníamos la entrevista cerrada y pactada desde el 29 de octubre, casi un mes antes”, ha continuado diciendo, especificando que, fuera o no campeón del mundo, “la primera entrevista” sería en El Hormiguero, y “ese era el compromiso, y lo reclamamos”.
“Lamento que esta vez alguien haya transformado un tema así en una cuestión de Estado”
Al enterarse, por un vídeo de Instagram, de que Jorge Martín iría a La Revuelta antes que a El Hormiguero, se pusieron en contacto con su equipo y “nos explican que se ha producido una falta de coordinación entre las personas que llevan la agenda de Jorge, y la solución que deciden es que Jorge grabaría esa entrevista, y no se emitiría antes de venir aquí a El Hormiguero, así que Jorge si hizo la entrevista el pasado jueves”.
Para continuar con la explicación, Pablo Motos ha utilizado imágenes de titulares de diversos medios sobre la polémica, afirmando que la grabación de la entrevista “se ocultó y se supo al día siguiente gracias a los medios independientes que desmintieron la versión inicial, y a espectadores y periodistas que estuvieron en la grabación de ese programa”.
Minimizando el problema, ha declarado que las cancelaciones y los problemas con los invitados es algo que “pasa todos los días en periódicos, revistas, programas de radio y televisión”, y que no estaría dando tantas explicaciones “si no se hubiesen contado las cosas para que parezcan lo que no son, y no se hubiese dudado de la profesionalidad de nuestro equipo”.
Criticando también a RTVE, ha dicho que “esa versión deformada” se ha difundido desde “una televisión que pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos”. “Lo que era un mero malentendido por un invitado, fue convertido en una de las noticias principales del telediario, ocupando además minutos y minutos en casi todos los programas e informativos de la televisión pública de esa misma noche, y durante todo el día siguiente”.
“Sinceramente, creo que hay noticias más importantes y que afectan mucho más a los ciudadanos, y si tanta trascendencia creían que tenía, lo lógico hubiese sido llamar a la otra parte implicada” ha continuado diciendo, aclarando que otros medios de comunicación si se pusieron en contacto con El Hormiguero para preguntar por lo ocurrido. “Esta mala praxis periodística es más propia de la desinformación, que de una televisión pública que omite el primer deber del periodismo, que es el de contrastar la información”, ha analizado Motos.
Para terminar, ha vuelto a recalcar que la versión que La Revuelta dio está “tergiversada” y que les cuesta pensar que “no haya otros intereses detrás”, y ha concluido lamentando que “esta vez alguien haya transformado un tema así en una cuestión de Estado”.