Las viviendas españolas no son eficientes energéticamente como lo demuestra que de las 25,8 millones construidas en nuestro país solo 2,56 millones tiene esta calificación, es decir, que poseen etiquetas de tipo A, B, C o D, lo que apenas supone un 10% del total a pesar de ser obligatorias desde 2013, tanto para la venta como para el alquiler de cualquier vivienda.
Este mínimo porcentaje se debe principalmente a que gran parte son viviendas antiguas, ya que una de cada dos viviendas fue construida antes de 1980, lo que suponen cerca de 12,5 millones sobre el total. Lo que no es óbice para que sus precios no dejen de subir, un 9,6% en el último año hasta colocar el precio del metro cuadrado en los 2.209 euros de media en el país.
No obstante, el respeto al verde del inmobiliario va por provincias, ya que, del total del país, Toledo, Zaragoza, Teruel Navarra y Soria son las cinco con mayor proporción de viviendas verdes con respecto a su parque residencial, según recoge el informe La sostenibilidad en el parque de viviendas de España 2024. elaborado por ST Analytics, compañía integrada en el Grupo Sociedad de Tasación.
Avanzar en sostenibilidad
A juicio de Alejandro González, director General en ST Analytics, la principal función de las calificaciones energéticas es “evaluar la eficiencia de las viviendas en aspectos como la electricidad, la climatización o la gestión del agua”. Explica que la eficiencia energética de una vivienda “depende de factores como el año de construcción, el clima de la región y el tipo de inmueble”.
Incide en que el estudio muestra con datos “hasta qué punto el parque de viviendas en España tiene el gran reto de avanzar en materia de sostenibilidad y rehabilitación de sus inmuebles residenciales”. En su opinión, una de las claves a tener en cuenta radica en que “una de cada dos viviendas fueron construidas antes de los años 80, y por el tipo de construcción de entonces, no cuentan con sistemas como aislamiento térmico en las fachadas, lo que influye negativamente en su calificación energética”.
El 10% de viviendas con calificación energética eficiente se dispara hasta el 75% cuando se analizan las construidas desde 2015. Ello es debido a que “la obra nueva incorpora cada vez mejores prestaciones en términos de eficiencia energética. Lo que vemos en el estudio es que aquellos municipios donde más vivienda nueva se ha construido en los últimos años tienden a presentar un parque residencial más ‘verde’ frente a otros”, señala González.
Toledo, la provincia más verde, y Las Palmas, la menos
En cuanto a provincias, Toledo es la que mayor porcentaje de viviendas verdes posee sobre su parque de viviendas, un 21,3%, lo que suponen 91.511 casas de las 429.612 construidas. En segunda posición se sitúa Zaragoza, con un 19,8%, que cuenta con 92.916 viviendas eficientes sobre un parque total de 468.093 viviendas y la tercera plaza la ocupa Teruel con el 17,1%, y 12.618 casas de las 73.755 registradas.
El top cinco lo completan Navarra, con un 17% que cuenta con 57.113 viviendas verdes sobre un total de 335.272, y Soria, con un 15,8%, y 12.620 viviendas sobre 144.857 construidas.
En el lado opuesto, Las Palmas de Gran Canaria es la provincia española con menor porcentaje de viviendas verdes sobre su parque de viviendas, un 3,9%. Tienen esta calificación 19.936 viviendas de las 511.765 que posee. Muy cerca se sitúa Santa Cruz de Tenerife, con 4,2%, que cuenta con 20.869 viviendas eficientes sobre un parque total de 498.859, y Castellón, con un 6,5%, que dispone de 28.287 viviendas eficientes sobre un total de 433.916 viviendas.