Míša, una joven croata, viajó a Francia en un avión de la compañía Air France con su perra Amalka, pero ninguna de las dos ha llegado todavía a su destino final. Tras un aterrizaje brusco, la caja en la que se encontraba la mascota se desabrochó porque no estaba asegurada, por lo que, cuando la tripulación abrió la puerta de la bodega del avión, la perra huyó atemorizada. Estos hechos ocurrieron el pasado martes, 19 de noviembre, y desde entonces Míša continúa buscando a Amalka en los alrededores del aeropuerto Charles de Gaulle, en París.
A través de sus redes sociales (@misull en Instagram) comenta cuáles son los avances de la búsqueda y rescate de su mascota, así como solicita ayuda para recuperarla cuanto antes y denuncia la escasez o ineficacia de las acciones de la compañía y el aeropuerto: “No se han enviado equipos de rescate profesionales, ya que no tienen acceso a esa zona. Fuera hacía un tiempo extremo, estaba nevando, y me negaron el acceso. No quieren pagar mi alojamiento a partir de mañana y me aconsejaron que llegue a mi destino final. Las autoridades del aeropuerto me niegan el acceso a las cámaras de seguridad y me envían a la policía, que me dice que me están mintiendo y que están tratando de deshacerse de mí”, ha explicado la joven a través de su cuenta de Instagram.
Gracias a la publicación de su relato en redes sociales, Míša ha conseguido que las autoridades aeroportuarias se movilicen de una forma más activa: “La investigación continúa y Air France (que movilizó personal y voluntarios en comisión de servicio), el aeropuerto de París y la policía de transporte aéreo están haciendo todos los esfuerzos posibles para encontrar al animal”, escribió la compañía a través de su cuenta de X.
Intentos de rescate
Pese a los intentos de la Míša y el apoyo a través de redes sociales de grupos como Fly Together, un movimiento que busca mejorar la forma en la que los animales viajan en avión y en la que son tratados en los aeropuertos, aún no han podido rescatar a Amalka. El animal fue visto deambulando por la pista, completamente cubierta de nieve, y su rastro llegó hasta un bosque cercano. Hasta allí se movilizó un cuerpo de bomberos con un dron, además de un veterinario equipado con una pistola tranquilizante para poder recuperar al perro de una forma segura. Sin embargo, según ha explicado la propia Míša, Amalka tiene demasiado miedo y no atiende a las llamadas de la gente que intenta rescatarla. El sábado por la noche incluso se instaló una jaula en la zona del bosque en la que se había visto al animal, pero de momento no ha habido resultado.
En el séptimo día de la búsqueda de Amalka, Míša ha explicado que se encuentra atenta al nuevo plan, ya que los anteriores no han dado resultado y su perra sigue sin aparecer. La turista croata se niega a abandonar a su mascota, pese a que las autoridades hayan prometido que se harán cargo de la situación y que recuperarán a la perra. Míša no llegará a su destino final si no es con Amalka junto a ella.