La Unión Europea necesita 1,2 millones de sanitarios: un tercio de los médicos se acerca a la jubilación

El informe ‘Health at a Glance 2024′ pone de manifiesto la necesidad de mejorar las condiciones laborales y las oportunidades educativas ante la falta de sanitarios

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Un médico rellena un informe para su paciente (Pexels)
Un médico rellena un informe para su paciente (Pexels)

La falta de trabajadores sanitarios no es exclusiva de España, sino que se replica en el resto de Europa: el informe Health at a Glance 2024, elaborado por la Comisión Europea y la OCDE, calcula en 1,2 millones de personas la falta de empleados en el sector de la salud en todo el continente. Un problema que el envejecimiento de la población no hace más que agravar.

Según el informe, más de un tercio de los médicos y un cuarto de las enfermeras tienen más de 55 años y esperan retirarse en los próximos años. A su vez, la población joven tiene cada vez menos interés por las Ciencias de la Salud, en gran parte por las condiciones laborales que se relacionan con estas carreras. El problema se extiende por gran parte del territorio: 21 países informaron de falta de médicos en la segunda mitad de 2022 y primera de 2023, mientras que 16 países adolecían de una falta de enfermeras.

La Unión Europea aboga por “un enfoque múltiple” que pase, a corto plazo, por mejorar las condiciones de trabajo de este sector y, en el medio-largo, aumentar las oportunidades de educación para nuevos doctores y enfermeras.

Hay más sanitarios que nunca

Aunque parezca contradictorio, pero la Comisión Europea asegura que “el sector de la salud y el cuidado sociosanitario emplea más trabajadores ahora que en cualquier otro momento de la historia en la mayoría de los países de la UE”. De hecho, más del 10% de los empleos pertenece a la sanidad en el continente. Así, en 2022, Europa contaba de media con 4,2 doctores por cada 1.000 habitantes (4,3 en España) y 8,4 enfermeras por cada 1.000 habitantes (6,3 en España).

Sin embargo, gran parte de los trabajadores sanitarios se encuentra cerca de la jubilación: en general, un 35% de los médicos y un 24% de las enfermeras tienen 55 años o más y se retirarán en los próximos años. En España, los datos son ligeramente mejores, pero no apuntan al optimismo: la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) apunta que el 32% de los médicos de atención primaria tienen ya más de 60 años, mientras que el Consejo General de Enfermería (CGE) calcula que habrá 50.000 jubilaciones en los próximos 10 años.

Frente a este panorama, no parece que el relevo generacional vaya a ser lo suficientemente grande como para cubrir todos los puestos que se quedarán vacíos. “Según los últimos datos de la encuesta PISA, en aproximadamente la mitad de los países de la UE, los empleos en el sector sanitario se han vuelto menos atractivos para los estudiantes de 15 años”, revela la Comisión Europea. Los jóvenes se interesan más por profesiones relacionadas con las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), según la encuesta. El declive se ha dado principalmente en relación con las enfermeras y así lo muestran las solicitudes de formación en los últimos años, especialmente en países como Irlanda o Italia.

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Reclutar sanitarios extranjeros, una estrategia problemática

Ante esta situación, la solución para muchos Estados pasa por contratar trabajadores extranjeros, a los que ofrecen mejores oportunidades laborales. El reclutamiento de personal fuera de las fronteras ha aumentado especialmente tras la pandemia, revela el informe: los datos disponibles de los 27 países europeos muestran un aumento de un 17% en la contratación de facultativos extranjeros en 2022 respecto a 2019. Es decir, se pasó de unos 28.000 contratos anuales en 2019 a 33.000 en 2022. La contratación en enfermería, por su parte, creció un 72% en los 22 países europeos para los que hay datos disponibles.

Esta solución “rápida” supone en algunos casos una “dependencia excesiva de trabajadores” extranjeros. En Noruega, por ejemplo, el 44% de sus doctores provienen de otros países, mientras que en Irlanda, son el 51,8% de las enfermeras. Con esta estrategia, se “corre el riesgo de exacerbar la escasez de mano de obra y la fragilidad general en los países de origen”, advierte la UE.

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