Al grito de “No son muertes, son asesinatos” o “Ayuso, escucha, seguimos en la lucha”, han marchado este sábado las asociaciones de la Marea de Residencias en una manifestación para reclamar “justicia para los 7.291 residentes que murieron abandonados sin asistencia sanitaria” durante la primera ola de la pandemia de coronavirus.
Unas 2.500 personas han marchado desde Cibeles, según la Delegación del Gobierno, hacia la Puerta del Sol donde las asociaciones han hecho un homenaje simbólico a las víctimas con claveles y guardado un minuto de silencio, además de agradecer a todos los colectivos que les apoyan.
La reivindicación se ha vuelto a centrar en el llamado ‘Protocolo de la Vergüenza’, una decisión del Gobierno regional de la Comunidad de Madrid que, durante la primera ola de la pandemia, prohibió trasladar a los ancianos más dependientes a los hospitales, optando por medicalizar las residencias, algo que, según las asociaciones, no se llevó a cabo, y por lo que se estima que 7.291 mayores perdieron la vida.
La portavoz de la Marea de Residencias, Carmen López, ha afirmado que las querellas siguen activas: “Nuestras querellas siguen vivas, unas 100 aproximadamente siguen en juzgados de instrucción y hay unas 75 en recurso de amparo en el Tribunal Constitucional. También hemos enviado una denuncia a la Fiscalía para que actúe de oficio, con más de con 109 denunciantes y 115 víctimas fallecidas”, ha explicado y ha añadido que la respuesta de la Fiscalía ha sido remitir el caso a la Fiscalía regional, y las asociaciones aún esperan una respuesta definitiva.
Con apoyo político
La portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, ha expresado su compromiso de seguir luchando por la justicia y reparación para las familias afectadas, asegurando que su partido continuará defendiendo un cambio en el modelo de atención a los mayores.
Las plataformas de familiares “son una inspiración para nosotros en esa lucha de la dignidad. Y con la perseverancia que ellos tienen, desde Más Madrid vamos a seguir insistiendo por el derecho a la justicia y a la verdad de todas esas personas que murieron en las residencias”, ha añadido Bergerot. También “exigimos un cambio de modelo porque a día de hoy todavía siguen viviendo 50.000 personas mayores en las residencias y vamos a seguir defendiendo otro modelo que ponga en el centro el cuidado tanto de esas personas”, ha concluido.
El exdiputado regional de Podemos y uno de los impulsores de la marea, Raúl Camargo, también se ha pronunciado sobre la situación actual de las residencias, denunciando la “falta de personal, residencias mayoritariamente privatizadas y sin inversión pública”, y ha recordado la primera protesta convocada por la Marea de Residencias en noviembre de 2019, antes de la pandemia, para denunciar la precariedad en los centros de mayores de Madrid.
La portavoz del Grupo Municipal Socialista de Madrid, Reyes Maroto, explica que han hecho “una propuesta muy concreta para que se humanicen las residencias. Es una competencia de la Comunidad de Madrid”. “Pero no nos valen anuncios vacíos. La presidenta anunció en el debate del Estado de la región que iba a hacer 40 residencias y todavía no sabemos dónde”, afirma la portavoz.
Según la última denuncia colectiva por el fallecimiento de 115 mayores en 72 residencias, la orden del Gobierno regional de medicalizar las residencias nunca se llevó a cabo. Esta denuncia ha sido interpuesta contra los dos directores de Coordinación Sociosanitaria del Gobierno madrileño durante la primera ola de la pandemia, Carlos Mur y Javier Martínez Peromingo, considerados los responsables de los dos protocolos que impidieron el traslado a los hospitales de los residentes madrileños.