Unos padres inscriben a su hija en el registro civil pero el empleado se equivoca y la apunta como niño para siempre: “Estos certificados no se pueden modificar”

El padre de la niña expresó su queja ante la “irreversibilidad” del error, cuando su hija “biológicamente es mujer”

Guardar
Certificado de nacimiento de Reino Unido. (Oficina del Traductor Jurado)
Certificado de nacimiento de Reino Unido. (Oficina del Traductor Jurado)

Tener un hijo o una hija conlleva una serie de pasos con la administración después del nacimiento del bebé. Entre las obligaciones que los padres deben acometer, se encuentran las siguientes: inscribir al recién nacido en el Registro Civil, en la Seguridad Social, asignarle un pediatra y tramitar las bajas de maternidad y paternidad, entre otras operaciones burocráticas.

De todas las anteriores, la inscripción de la criatura en el Registro Civil es, quizás, la más importante y, por ende, la que los progenitores deben situar como primera en el orden de prioridades. Este acto es fundamental para darle reconocimiento legal y oficializar su existencia ante el Estado. Además, con dicha solicitud, se permite la obtención de otros documentos también necesarios, como el certificado de nacimiento —registro vital imprescindible para acceder a derechos básicos como la identidad, la ciudadanía, educación, atención médica o servicios sociales—. Por ello, dada la lentitud de la burocracia y de las instituciones, es conveniente que los padres corroboren que los datos del recién nacido son los correctos a fin de evitar males mayores en el futuro.

El error fue del registrador

Un ejemplo de lo que puede suceder si no se presta la suficiente atención en esta clase de asuntos es lo que ha sucedido con una niña recién nacida en el Reino Unido.

La pequeña, de tan solo cinco semanas de vida, estará registrada en sus documentos oficiales como un varón, lo que ha provocado un tremendo enfado y desolación de los padres primerizos. En este caso, el error no fue culpa de los progenitores, sino del funcionario público que les atendió el día que fueron a la Oficina de Registro Civil de Sutton-in-Ashfield, en Nottinghamshire.

“Estábamos horrorizados, pero supusimos que, como vimos el error apenas unos segundos después de que se produjo, corregirlo sería una tarea sencilla”, dijo el padre de Lilah, la bebé afectada por este error. El padre, Ewan Murray, afirmó que los responsables de la oficina se disculparon por el fallo, pero les dijeron que “los certificados de nacimiento no se pueden cambiar”.

Esta afirmación fue confirmada por la Oficina General del Registro (GRO) y por el Ministerio del Interior, aunque ambos organismos explicaron que, en estos casos, se puede hacer una “modificación en el margen del documento original”. Una corrección que, para los padres, no es suficiente. “La gente que lee un certificado de nacimiento puede fácilmente pasar por alto una pequeña nota en el margen, lo que significa que Lilah podría ser considerada como hombre cuando solicite admisión en la escuela, su pasaporte, empleos, para todo aquello para lo que necesita un certificado de nacimiento completo”, se mostró indignada Grace Bingham, la madre de la bebé.

El GRO se lavó las manos y detalló que el error es de los padres por no “garantizar que la información registrada en cualquier entrada particular sea verdadera” y “no es la responsabilidad del registrador general que registra el nacimiento”, afirmó la institución.

Otro error similar

Un incidente parecido sucedió en la misma oficina y con el mismo registrador. Sarah Power, madre de otra niña recién nacida, dijo que “el oficial del registro nos leyó todos los detalles correctamente, incluido que nuestra hija era mujer, y luego nos pidió que comprobáramos la ortografía del nombre”. Los padres no comprobaron el género, porque el registrador lo había dicho correctamente.

Cuando salieron de la oficina, se dieron cuenta del error. A diferencia del anterior caso, Power pudo obtener un nuevo certificado de nacimiento corregido después de que el funcionario le indicase los pasos que debía seguir. Sin embargo, el Ministerio del Interior británico confirmó, a principios de año, que esta posibilidad ya no estaba disponible y “se le recomendó al servicio de registro local que no emitiera certificados de esta manera”.

La madre Kyliam, el primer bebé de 2024: “Ni pensé en las uvas, la campanada final fue tenerlo”.
Guardar