El PP de Ayuso rechaza la ley que obligaría a todos los hoteles de Madrid a tener camas elevables para mejorar la salud laboral de las ‘kellys’

El PSOE ha presentado una proposición para modificar la ley y obligar a los establecimientos hosteleros a que todas sus camas, salvo las supletorias, sean mecánica o electrónicamente elevables. El PP la ha rechazado alegando que reducía la competitividad de las empresas

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Una camarera de pisos cambia las sábanas en la habitación de un hotel.(David Zorraquino / Europa Press)
Una camarera de pisos cambia las sábanas en la habitación de un hotel.(David Zorraquino / Europa Press)

El PP de Isabel Díaz Ayuso, que controla con mayoría absoluta la Asamblea de Madrid, ha rechazado este jueves una Proposición de Ley que ha presentado el PSOE para modificar el texto legislativo ‘1/1999, de 12 de marzo, de Ordenación del Turismo de la Comunidad de Madrid’ y obligar así a todos establecimientos turísticos que prestan servicios de alojamiento en región a que todas sus camas, salvo las supletorias, sean mecánica o electrónicamente elevables. El objetivo de los socialistas con esta propuesta no era otro que “mejorar la salud laboral” de las camareras de piso, más conocidas como las ‘kellys’. En todo Madrid hay 186.846 plazas hosteleras.

El PP, por su parte, ha rechazado la medida alegando que con esta iniciativa socialista “se marca el destino, pero no el camino para llegar a él”. Los populares aseguran que no se deben imponer un sistema de camas elevables, sino que hay que dejar que las empresas hosteleras decidan qué medidas desean tomar para “disminuir la fatiga de las camareras de pisos”, unas medidas que además deberían ser negociadas entre “empresas y sindicatos”. Para el PP, la prevención “nace de las empresas”, no de la Administración. Por último, el partido de Ayuso cree que con esta iniciativa, que supondrá un gasto para el sector, este perderá “competitividad”.

Mar Jiménez, 62 años, es portavoz del colectivo ‘Kellys Unión Madrid” y ahora ya no trabaja tras ser 35 años camarera de piso. Tiene una incapacidad física del 55% porque padece de hernias discales, epicondilitis (inflamación de los tendones) crónica del codo, tendinitis también crónica en el manguito de los rotadores del hombro, y está a la espera de que la operan de los metacarpianos de la mano. “Muchos años haciendo camas y arreglando habitaciones”, señala. Ella asegura que ha trabajado mucho tiempo con camas elevables y no ha servido de nada. “Estaría bien que los políticos se interesaran más porque nos pagasen por el convenio de hostelería y no el de limpieza. El 90% de las camareras de piso se rigen por este último y ganan entre 600 y 700 euros menos al mes”. También pide que se les reconozcan las enfermedades profesionales y que se puedan jubilarse a los 62 años por llevar a cabo un trabajo penoso. “Eso es lo importante, y no las camas”.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (
Fernando Sánchez - Europa Press)
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ( Fernando Sánchez - Europa Press)

Diego Cruz y Mar Espinar, diputados socialistas, no piensan igual. “El contenido de lo que hemos propuesto no es ni una ocurrencia ni presenta actuaciones disparatadas. Es una medida de justicia social que ya está en funcionamiento en Baleares y que ha sido admitida a trámite sin oposición de ningún grupo parlamentario en el Parlamento de Canarias”, señalan. En Balares, por ejemplo, las camas elevables son obligatorias en hoteles de cuatro y cinco estrellas, con sanciones de 500 euros por cama si no se cumple la ley. “Las camas elevadoras también mejoran la eficiencia en el trabajo. Cuando las trabajadoras tienen acceso a tecnologías ergonómicas, pueden realizar sus tareas de forma más rápida y segura”, explican Cruz y Espinar.

Los accidentes se reducen un 50%

La cadena hotelera Meliá hizo un estudio en Baleares y asegura que desde la introducción aprobada por el Parlamento balear de los sistemas de elevación en las camas de los hoteles se han reducido en conjunto los accidentes de las camareras de piso en más de un 50%. Donde funcionan correctamente estos sistemas, “el trastorno músculo-esquelético por hacer la cama es cero”, afirma el director global de Salud Laboral de Melià, Carlos Senz, en las conclusiones del estudio realizado en 14 establecimientos de la cadena y con un centenar de camareras de piso. En esos hoteles, la siniestralidad por sobreesfuerzo es un 34% inferior a la media nacional del sector; y el índice de incidencia (accidentes por trabajadores) se ha reducido 16,18%.

“Al disminuir el riesgo de lesiones músculo-esqueléticas del personal, las empresas ahorran en costes de tratamientos médicos, bajas por enfermedad, y sustituciones de personal”, aseguran Diego Cruz y Mar Espinar. Un estudio de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo estima que las lesiones por sobrecarga representan hasta el 60% de las ausencias prolongadas en sectores como la hostelería, lo que supone una carga económica significativa que puede mitigarse con esta medida.

Una foto reivindicativa del colectivo de las 'kellys', que muestras cómo se encuentran muchas veces las habitaciones que limpian
Una foto reivindicativa del colectivo de las 'kellys', que muestras cómo se encuentran muchas veces las habitaciones que limpian

“La implementación de camas elevadoras en hoteles y alojamientos turísticos representa un avance significativo en la seguridad, productividad y satisfacción del personal. También mejora la calidad del servicio que se ofrece a los huéspedes, lo que a su vez impacta positivamente en la competitividad y reputación de las empresas del sector. Invertir en este tipo de medidas es apostar por un entorno laboral más seguro, eficiente y sostenible, y por una industria turística que prioriza tanto el bienestar de sus trabajadores como la satisfacción”, concluyen desde el PSOE

Desde el PP insisten en que aplicar esta medida implicaría la ruina para los establecimientos hosteleros más pequeños. Sin embargo, la modificación legislativa propuesta por el PSOE excepcionaba de esta obligación a los establecimientos que, por ubicarse en inmuebles con valor patrimonial, obedecer a una explotación turística de carácter familiar, o por lo reducido de la unidad de explotación que presentan, “resulta aconsejable excluirlos de la misma”. Al final el PP rechazó la medida. Mientras, las ‘kellys’ siguen con su lucha y presentan el sábado 30 de noviembre a las 18.30 horas en el Museo Reina Sofía su calendario de 2025 para sensibilizar las enfermedades profesionales que conlleva este trabajo.

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