Cuándo debes empezar el complemento de antigüedad en la nómina

Aunque no está regulado por una norma única, su aplicación depende de los convenios colectivos y acuerdos entre empleadores y empleados

Guardar
El 42% de los trabajadores en México no tiene contrato por escrito (Freepik)
El 42% de los trabajadores en México no tiene contrato por escrito (Freepik)

El complemento de antigüedad es un beneficio salarial que recompensa el tiempo de permanencia y experiencia de un trabajador en una empresa. Aunque no está regulado por una norma única, su aplicación depende de los convenios colectivos y acuerdos entre empleadores y empleados. Este artículo aborda los aspectos clave de este complemento y explica cuándo se debe comenzar a incluirlo en la nómina.

El complemento de antigüedad, también conocido como plus de antigüedad, es un reconocimiento económico que las empresas otorgan a sus empleados por su trayectoria y lealtad en la organización. Su objetivo es premiar la estabilidad laboral y fomentar la retención del talento, promoviendo un entorno laboral más comprometido. Este beneficio se acumula con el tiempo y se refleja en la nómina del trabajador en forma de un aumento salarial, bonificación u otro tipo de incentivo.

Según los convenios colectivos, este complemento puede calcularse de diferentes formas, como un porcentaje sobre el salario base o una cantidad fija, dependiendo del grupo profesional del empleado.

¿Cuándo se empieza a cobrar el complemento de antigüedad?

El momento en que el trabajador comienza a recibir el complemento de antigüedad depende del tiempo acumulado en la empresa y de lo establecido en el convenio colectivo aplicable. En términos generales, se activa al cumplirse períodos específicos como:

  • Trienios: Cada tres años de servicio continuo.
  • Quinquenios: Cada cinco años de servicio.

El pago se realiza en intervalos regulares, que pueden ser anuales, mensuales o incluso en otras frecuencias, según lo establecido por el convenio o la política interna de la empresa.

Es importante tener en cuenta que, si la relación laboral finaliza por despido, renuncia o término de contrato, la antigüedad acumulada no se transfiere a una nueva contratación. Sin embargo, algunas empresas permiten conservar la antigüedad si el empleado es recontratado en un período inferior a un mes. En otros casos, esta continuidad puede extenderse hasta seis meses, dependiendo del acuerdo entre las partes y las regulaciones aplicables.

¿Qué computa como antigüedad y qué no?

El cálculo de la antigüedad incluye ciertos períodos de trabajo, pero excluye otros. Entre los períodos que sí computan destacan:

  • Contratos de prácticas o formación.
  • Tiempo de prueba en la empresa, desde el primer día.
  • Períodos de contrato indefinido o fijo discontinuo.

Por otro lado, los períodos que no computan incluyen:

  • Excedencias voluntarias, salvo que el convenio lo permita.
  • Tiempo trabajado bajo una Empresa de Trabajo Temporal (ETT).
  • Prácticas académicas externas realizadas antes de la contratación.
  • Días en los que se reciben salarios de trámite.
  • Jornadas reducidas por guarda legal.

Para evitar confusiones, es fundamental revisar las cláusulas específicas del convenio colectivo o las políticas internas de la empresa.

Contratos precarios, jornadas “insostenibles” y “grave falta de personal” en el Hospital El Escorial en la Comunidad de Madrid.

El complemento de antigüedad en contratos fijos-discontinuos

En el caso de los trabajadores con contratos fijos-discontinuos, el cálculo de la antigüedad tiene particularidades. Según el artículo 16.6 del Estatuto de los Trabajadores, se debe considerar la duración total de la relación laboral, y no únicamente los períodos de actividad efectiva. Sin embargo, esta regla tiene dos enfoques diferentes:

  • Para el complemento personal de antigüedad, se computan tanto los períodos de actividad como los de inactividad.
  • Para el cálculo de la indemnización por despido, solo se cuenta el tiempo efectivo de prestación de servicios.

Esta distinción busca garantizar un tratamiento equitativo y adaptado a las características específicas de este tipo de contratos.

Claves para comenzar el complemento de antigüedad

Antes de incluir el complemento de antigüedad en la nómina, las empresas y trabajadores deben considerar los siguientes puntos:

  • Revisión del convenio colectivo: Determina las condiciones específicas para aplicar el complemento, incluyendo tramos y métodos de cálculo.
  • Registro del tiempo trabajado: Llevar un registro claro y actualizado de la trayectoria laboral es fundamental para calcular correctamente el beneficio.
  • Políticas internas: En ausencia de un convenio, las empresas pueden acordar los términos directamente con los empleados.
Guardar