Cuando una persona vive en un país distinto del suyo, es frecuente que se produzcan choques culturales que se acrecientan cuando las diferencias entre el lugar de origen y el destino son amplias y numerosas. Sin embargo, no es necesario irse muy lejos para experimentar esta sensación de desconcierto, ya que en cada nación hay unas normas sociales y un estilo de vida distintos. Además, existe un interés generalizado por conocer las peculiaridades de otros destinos, así como la opinión que los extranjeros tienen de nuestras propias costumbres.
Por esta razón, los contenidos en redes sociales en los que se explican estos choques culturales se convierten rápidamente en virales y obtienen numerosas interacciones. Muchas veces causan la risa o sorpresa de los usuarios, que están ya acostumbrados a aquello que para los no nativos resulta tan extraño; sin embargo, existen ocasiones en las que, cuando los españoles observan la opinión de los extranjeros con respecto a estas cuestiones, simplemente asienten y dan la razón.
Clément (@therealclemen en sus redes sociales), un francés que vive desde hace un tiempo en Madrid, comparte con sus seguidores su experiencia en el país: sus vídeos reaccionando a snacks típicos o canciones obtienen miles de visitas. Recientemente, ha publicado un vídeo en el que explica cuáles son las cosas que no entiende de Madrid, aunque ha asegurado que es una de sus “ciudades favoritas del mundo”.
Ya en vídeos anteriores, Clem se había mostrado extrañado por el fenómeno de Doña Manolita: “No entiendo por qué en Sol hay una lotería en la que pasas a cualquier hora y hay una fila enorme de gente que está esperando para comprar”. En esta ocasión, el francés se ha centrado en dos cuestiones relacionadas con el transporte madrileño: “Primera cosa: por qué hace tanto calor en el metro. Fuera hay como 15 grados y cuando bajas al metro hay 40 grados, estás sudando. Está bien que pongan la calefacción porque en París no hay y durante el invierno tienes frío esperando el metro y en el metro. Aquí es lo opuesto”.
Sin embargo, el aspecto destacado por Clem que más interés ha causado es uno ya ampliamente criticado por los españoles: los retrasos en la red de trenes de Cercanías. ”El Cercanías siempre está retrasado. Yo tomo el Cercanías casi todos los días. Está escrito en Maps o en Citimapper que va a pasar a las 17:20 y pasa a y 40″.
“¿Por qué llamáis a vuestros amigos ‘tío’?”
Este contenido del francés ya es frecuente en sus redes sociales, donde en varias ocasiones se ha centrado en mostrar las cosas que le sorprenden de los españoles: “No usáis Snapchat. En Francia todo el mundo lo usa para hablar, para mandar fotos...”. Clem tampoco entiende la costumbre cada vez más generalizada entre los jóvenes de emplear con frecuencia los audios de Whatsapp: “Yo envío un mensaje normal, como una pregunta, y hay una nota de voz de unos 4 minutos, en español muy rápido. ¿Es un podcast o qué? En Francia, si envías una nota de voz a alguien, te va a decir ‘escucho después’ y nunca va a escuchar”.
Otras cuestiones que el francés ha considerado que son generales en el conjunto de la sociedad española y que difieren de las de su país son el número de comidas: “¿Cómo pueden comer cinco veces al día? Y coméis muy tarde, como a las 10 de la noche. En Francia se come a las 7, o tal vez a las 8″, y la lentitud con la que se camina en la calle: “En París vas de un punto A a un punto B y tienes que correr”. Junto a esto, un protagonista muy frecuente en estos choques culturales es el vocabulario: “¿Por qué llamáis a vuestros amigos y amigas ‘tía’ y ‘tío’?”