El empresario y presunto comisionista del caso Koldo, Víctor de Aldama, ha comparecido este jueves a petición propia ante el juez para resolver las incógnitas que deja su foto con el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, en un acto del PSOE en 2019. La comparecencia ha dejado muchos titulares, el primero de todos, las declaraciones del comisionista en las que afirma que el líder socialista “pidió conocerme” y en su primer encuentro le agradeció “lo que estaba haciendo” en relación a sus gestiones con México vinculadas proyecto del Tren Maya. También afirmó que era conocedor del viaje a España de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en 2020 y que de hecho había prevista una cena con él y gran parte de sus ministros.
La Audiencia Nacional ratificó el pasado 15 de noviembre la prisión provisional a de Aldama por su presunta implicación en una trama de fraude del IVA de hidrocarburos de más de 180 millones de euros, al apreciar riesgo de fuga y de destrucción de pruebas en relación a la cuentas que puede tener en el extranjero.
Víctor De Aldama no solo es el expresidente del Zamora Club de Fútbol, sino que, de acuerdo al sumario, está considerado como el nexo el “nexo corruptor” en el caso Koldo, el nexo de la reunión de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en España, y ahora también lo es del entramado de estafas de impuestos de hidrocarburo.
La trama de hidrocarburos consistió en una “serie de entramados societarios instrumentales” utilizados presuntamente para esquivar a la Agencia Tributaria y para blanquear esos fondos posteriormente. Pero, ¿Cómo funciona este tipo de fraude y por qué se ha convertido en los últimos años en uno de los grandes ‘negocios’ de este país?
¿Cómo funciona el fraude el IVA de los hidrocarburos?
Antes de adentrarnos en el funcionamiento de esta trama hay que entender que el consumidor no compra los hidrocarburos (como el Petróleo, Gas Natural, condensados, líquidos del Gas Natural...) directamente de la refinería. Antes de que llega al consumidor existen una serie de intermediarios, los ‘operadores’, que es a quien compramos el producto final.
Pero el fraude no consiste en estafar al consumidor, sino a Hacienda. Este tipo de fraude se produce entre empresas de España y otros países de la Unión Europea, y se aprovecha de la exención del IVA en transacciones transfronterizas. El fraude comienza cuando una empresa vende combustible a otra que tiene actividad en otro país de la UE, lo que elimina la obligación de pagar IVA. La empresa receptora en España, a menudo, no tiene actividad real y desaparecen muy rápido tras operar. Después, interviene una tercera empresa, una empresa pantalla que registra una venta en territorio español.
Finalmente, una empresa exportadora vende el combustible a otra empresa fuera de España y reclama la devolución de un IVA que nunca llegó a ser ingresado en Hacienda, completando así el esquema fraudulento. En este proceso puede haber más intermediarios y, cuantos más haya, más difícil es rastrear.
Las licencias de operador
Además hasta marzo de 2023, convertirse en operador petrolero requería únicamente una licencia otorgada por el Ministerio de Industria. Esta autorización permitía a las empresas importar petróleo para almacenarlo en un depósito fiscal y comercializarlo fuera de este.
Para frenar esta práctica, el Gobierno aprobó en marzo 2023 una modificación de la legislación de hidrocarburos que prohibió que los operadores al por mayor puedan vender a empresas que no sean otros mayoristas, o bien distribuidores de carburante al consumo autorizados, y también que los distribuidores minoristas vendan a otros minoristas o a mayoristas.
De acuerdo a la investigación, De Aldama, junto a otros empresarios también detenidos, crearon varias sociedades dedicadas a la venta de combustible y entre ellas se vendían el combustible. A través de este modus operandi consiguieron defraudar más de 180 millones de euros.