Los alquileres continúan por las nubes. Durante el pasado mes de octubre, el precio medio del metro cuadrado en España se situó en los 13 euros, lo que supone un 10,2% que hace un año. Una subida que se ha acentuado en algunas regiones. En la ciudad de Barcelona, por ejemplo, el metro cuadrado ha alcanzado los 23,1 euros (un 13,5% más que el año pasado) mientras que en Madrid, ya asciende a 20,6 euros (un 15,9% más comparado con el año anterior).
En este punto, existe un gran debate acerca de su regulación. Un debate que se centra en cómo equilibrar la protección de los inquilinos frente a incrementos desmesurados y la necesidad de mantener una oferta suficiente de viviendas en alquiler. La Ley de Vivienda de 2023 introdujo medidas como la limitación de las subidas de renta al 2% en 2023 y al 3% en 2024, además de la creación de un nuevo índice de actualización desvinculado del IPC a partir de 2025. Asimismo, se establecieron restricciones en zonas declaradas tensionadas, donde los precios del alquiler han aumentado significativamente.
Sin embargo, estas medidas han generado controversia. Algunos expertos y propietarios argumentan que la intervención en los precios puede reducir la oferta de viviendas en alquiler, ya que los propietarios podrían optar por retirar sus inmuebles del mercado o destinarlos a alquileres turísticos más rentables. Además, se han observado efectos colaterales, como el incremento de los alquileres de temporada en ciudades como Barcelona y Madrid, donde los propietarios buscan eludir las restricciones de precios aplicadas a los contratos de larga duración.
Por otro lado, defensores de la regulación sostienen que es necesaria para garantizar el acceso a una vivienda asequible y evitar la especulación inmobiliaria.
Ni propietarios ni inquilinos ven el fin de estas subidas
Mientras tanto, los más beneficiados están siendo, sin duda, los propietarios. Este miércoles, en la sección de ‘Hablando se enciende la gente’, del programa de televisión El Intermedio, la periodista Thais Villas ha salido a las calles de Madrid a hablar sobre el problema de la vivienda. Allí, una propietaria ha defendido su derecho a mantener tan altos como ella quiera los precios de sus propiedades.
Durante el debate producido en el programa, la participante expresó su desacuerdo con la idea de que el gobierno, influenciado por partidos como Podemos, pueda imponer reducciones significativas en los alquileres, sugiriendo que una disminución del 40% en los precios -una de las últimas propuestas de la formación morada- no debería ser obligatoria. La propietaria argumentó que en un mercado de libre acceso, aquellos que pueden pagar los precios establecidos lo harán, y no ve justificación para bajarlos si la demanda sigue siendo alta.
“No puede ser que el alquiler te lo bajen ahora un 40% porque te lo dice Podemos”, afirma la señora, que defiende que en el mercado de libre acceso “el que lo puede pagar, lo paga”: “Si a mí me pagan mucho, ¿por qué lo voy a tener que bajar?”, sentencia y añade “El libre mercado es el que define el precio”.
Otra voz en el debate cuestionó esta postura, señalando que esperar a que las personas no puedan pagar para ajustar los precios es una actitud “triste y egocéntrica”: “¿Tienes que esperar a que la gente no tenga dinero para que bajen los alquileres?”. Esta crítica subrayó la necesidad de considerar el impacto social de mantener precios elevados en un contexto donde muchas personas enfrentan dificultades económicas.
Una intervención que tuvo su respuesta por parte de la ‘bancada’ de los que defienden la especulación, al contestar: “Eso lo tendrá que decidir el propietario y no el Gobierno. Porque para ser comunistas nos vamos a Venezuela”. Este mismo grupo achacó la crisis de vivienda a que faltan nuevas construcciones y licencias, mientras que uno de los participantes del otro bando sugirió que, en lugar de enfocarse únicamente en el futuro, es crucial regular el mercado actual para abordar los problemas existentes.