Esto es lo que tienes que hacer si conduces con niebla

Cuando hay presencia de bancos de niebla durante la conducción, aumenta el riesgo de sufrir un accidente por un fallo humano. Por ello, es importante seguir unas recomendaciones de la DGT

Conducir con niebla es peligroso porque se reduce considerablemente la visibilidad (Markus Spiske/Pexels)

Conducir en situaciones adversas puede resultar muy peligroso, ya que se requiere una mayor concentración del piloto y poner en marcha unas medidas de seguridad para evitar accidentes. Ya sea por fuertes rachas de vientos, por los que será necesario tener precaución especialmente en adelantamientos, o por lluvias y bancos de niebla, con los que se reducen considerablemente la visibilidad del conductor, será necesario atender a las recomendaciones de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Tanto la DGT como otros organismos de seguridad vial señalan que la presencia de niebla en la calzada es uno de los factores medioambientales que pueden afectar gravemente a la visión durante la conducción y aumentar el riesgo de accidentes. Por ello, ante la existencia de abundantes bancos de niebla matinales y nubes bajas, existen una serie de reglas que se deben poner en práctica para llegar con seguridad a nuestro destino.

Recomendaciones en caso de niebla

Una de las cuestiones más importantes que deben tenerse en cuenta cuando nos encontramos con bancos de niebla mientras conducimos es que hay que aumentar la distancia de seguridad: la mayoría de veces, los accidentes de tráfico en estos casos se producen por un frenazo imprevisto, por lo que guardando una separación adecuada tendremos más margen para observar las acciones de los vehículos que nos rodean y reaccionar a tiempo. En un momento en el que la visibilidad de nuestro alrededor es tan limitada, la distancia de seguridad es imprescindible para evitar un choque.

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Normalmente, cuando hay niebla, el suelo se humedece, lo que provoca que la frenada se alargue y el coche pueda no responder correctamente en las curvas. Por ello, la conducción debe ser más cuidadosa. Además, debido a la humedad que se quedará en nuestros cristales debemos asegurarnos de que el depósito de agua de los limpiaparabrisas está lleno y las escobillas en perfecto estado.

Con respecto a las luces, debemos evitar las largas, ya que esta rebotará en la niebla y puede deslumbrarnos a nosotros mismos. Sí será efectivo el uso del piloto trasero de niebla, especialmente para que los vehículos que nos sigan puedan saber a qué distancia estamos cuando hay poca visibilidad. Será importante desconectarlo cuando salgamos del banco de niebla para no molestar al resto de conductores.

Nuestra conducción en presencia de niebla deberá ser más lenta, siempre ajustándonos a las circunstancias de la carretera. Por tanto, la velocidad correcta será la que nos permita reaccionar a tiempo ante un imprevisto. Además, un buen truco será el de seguir las marcas longitudinales de la calzada, permitiéndonos estar centrados en el carril derecho y no invadir el contrario o salirnos de la carretera.

Niebla en Madrid. Imagen de archivo (Eduardo Parra/Europa Press)

La última recomendación que emite la DGT en caso de bancos de niebla es no detenerse en el arcén: si esta acción no es aconsejable cuando hay buena visibilidad, menos aún cuando nuestra visión se encuentra limitada. En caso de pinchazo, una opción más segura es circular despacio hasta una salida o un área de servicio; sin embargo, cuando la parada es irremediable, lo mejor es que los ocupantes salgan del vehículo, se sitúen al otro lado del guardarraíl y se señalice la detención con una distancia aún mayor de la que emplearíamos habitualmente.

Los modelos de coche más modernos pueden contar con sistemas que ayudan a la conducción y que pueden resultar útiles en caso de encontrarnos con bancos de niebla en la calzada:

  • Cámaras y radares que avisan de ángulos muertos, reconocen las señales y ayudan a mantenernos en el carril a través del anuncio de un cambio involuntario.
  • Navegador, que puede verse a veces reflejado en el parabrisas si el vehículo cuenta con un sistema de “Head-up Display” para evitar retirar la mirada y que nos indica las curvas del trayecto.
  • Neumáticos run flat, que nos permiten circular más kilómetros en caso de pinchazo, por lo que no será necesario pararse en un arcén.
  • Sensores de lluvia, que ajustan las luces del vehículo en función de las condiciones de la conducción.
  • Sistema de visión nocturna que detecta peatones, animales, ciclistas u otros vehículos. De esta manera, estaremos prevenidos de cualquier peligro.
La DGT obligará en 2024 a los motoristas a utilizar un casco integral o modular y unos guantes homologados cuando circulen por carretera. (Europa Press/EBS)
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