Elisa Mouliaá, la primera mujer en denunciar ante la Policía a Íñigo Errejón por violencia machista, ha acudido este miércoles al espacio TardeAR, donde ha vuelto a arremeter duramente contra el exlíder de Más País y portavoz parlamentario de Sumar. Es la primera vez que la actriz se sienta en un plató de televisión para hablar de este duro capítulo en su vida, del que no ha podido evitar reiterar que vivió un auténtico calvario con el expolítico.
La que fuera intérprete de Águila Roja ha explicado a Ana Rosa Quintana que no era consciente de todo lo que iba a ocurrir tras su denuncia y que, de serlo, hubiera obrado de otra manera. “Me lo hubiera pensado dos veces. Quizás hubiera tomado la decisión de ir a comisaría de forma discreta y no hacerlo público, pero estoy orgullosa de que fuese fruto de un impulso que me salió de dentro para ayudar”, ha manifestado la invitada en el formato de Mediaset.
La presentadora de televisión ha confesado que, desde que hizo pública su denuncia, está “sufriendo un linchamiento continuo”. Y es que para ella cuestionar a las víctimas es “algo que está en el inconsciente colectivo”. “Estoy recibiendo insultos constantes, gente que no te cree, que te pone en cuestión por querer fama... Aun así estoy recibiendo muchísimo calor y apoyo de muchísimas mujeres y de hombres también”.
“Errejón seguía un patrón”
“Yo pasé página. Tampoco era consciente del delito en sí hasta que de pronto mis amigas me dicen que si me había enterado de lo de Errejón”, ha expresado, poco antes de desvelar que esto fue lo que le animó a denunciar al expolítico. “Puse la tele y vi que se hablaba de las múltiples denuncias anónimas. Las leo y empiezo a revivir lo que me pasó, lo que me hizo. Veo que es un patrón que seguía. Supe que tenía que hablar. Entonces lancé el tuit, sentí la necesidad de hablar”, ha asegurado al ser preguntada por qué tardó tantos años en sacar a la luz la delicada situación que vivió.
Por si fuera poco, la actriz volvió a traer al presente la noche en la que coincidió con Errejón: “Me dijo que me daba tres normas: no alejarme de él, que si lo hacía no lo hiciera a más de 20 metros y que volviera al minuto y la tercera, que me iba a dar un beso. Me clavó un beso con lengua hasta la garganta. Ahí pensé que estaba yendo superrápido”.
“Me llevó a la cama, me empujó, se sacó todo... Fue todo muy desagradable”, ha recordado a Ana Rosa Quintana. “Llega por detrás, me pone la chaqueta y me dice que nos vamos, que lleva el coche esperando cinco minutos. De repente, otra vez empezó a saco, a desvestirme... Me tuve que imponer, le empujé para que parara. Solo sí es sí. Paró, se sentó y estuvimos como mirando al frente. Con 20 añitos me hubiera violado”, ha afirmado.
Además, Mouliaá ha asegurado que ha hablado con varias posibles víctimas de Errejón. “Con dos de ellas, la cosa llegó a más. Humillaciones, vejaciones...”, ha manifestado, dejando entrever que con ellas la situación fue mucho más complicada.