¿Has notado cómo en tus ventanas con la llegada del frío aparece moho? El siguiente paso es pensar que llamar a un técnico para que lo arregle te va a costar muy caro. Pero conforme pasan los días, notas cómo la mancha va creciendo más: la razón por la que aparece el moho o las humedades en las habitaciones de tu casa es porque el aire del interior es cálido (pones la calefacción o el radiador) y choca con el vidrio frío de las ventanas. Ese contraste de temperatura se condensa y deja gotas de agua que se transforman en humedades. Esta situación suele ser más común en los dormitorios, porque mientras se duerme nuestra respiración y el calor de nuestro cuerpo generan un ambiente aún más cálido.
¿Qué hacer ante esta situación?
La empresa británica Cardiff Windows, especializada en limpieza de ventanas y en el trato de humedades, ha desvelado qué dos productos que seguro que tendrás en tu casa te ayudarán a erradicar este problema.
Mezcla en un barreño dos vasos de agua y dos de vinagre blanco. Una vez el líquido está mezclado, debes agregar un par de gotas de detergente. Pon toda la mezcla en una botella rociadora y después pulveriza directamente sobre tu ventana. Estos productos funcionan porque el vinagre blanco crea una barrera protectora y el jabón elimina las gotas que caen sobre la ventana.
Estos artículos de limpieza sirven para eliminar el moho y sobre todo evitar su crecimiento. Puedes utilizar una esponja o un trapo para extender mejor toda la mezcla.
Consejos a seguir para evitar esta situación
El consejo más valioso ante esta situación es ventilar las habitaciones al despertarse. Nos suele costar hacerlo porque estamos recién despiertos y abrir supone que entre el frío de la calle. Pero aunque te cueste, lo mejor es dejar las ventanas ligeramente abiertas durante 10 o 15 minutos.
Para que vuelva a aparecer moho, también se aconseja mantener las ventanas limpias. No solo los cristales, sino que también es muy importante que no se acumule suciedad en los rieles.
Las consecuencias de tener humedades en las ventanas
La problemática más visual es el deterioro de las paredes en tu casa. Cuando entras a un hogar en el que hay moho, sientes que es un sitio sucio o poco cuidado. En cuanto a la estructura, la humedad debilita los materiales, causando grietas, desprendimientos de pintura y deterioro de revestimientos. Muchas veces aparece simplemente por una mala ventilación. Sin embargo, la aparición de moho va más allá de una cuestión estética. Convivir con estos hongos puede derivar en problemas de salud graves.
Estas condiciones pueden provocar alergias, irritación en los ojos, nariz y garganta, problemas respiratorios, asma e infecciones en personas con sistemas inmunitarios débiles. Además, genera malos olores persistentes y favorece la proliferación de bacterias, afectando la estética del espacio y la calidad de vida de quienes lo habitan. A largo plazo, la presencia de humedad incrementa los costos de reparación y pone en riesgo el valor del inmueble, haciéndolo menos atractivo para futuros compradores o inquilinos.