El Congreso de los Diputados ha aprobado una enmienda al artículo 795 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que busca agilizar los procesos judiciales para desalojar viviendas ocupadas. Esta medida, propuesta por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), ha contado con el respaldo de varios partidos, incluyendo al Partido Popular, Unión del Pueblo Navarro, Coalición Canaria y Junts. La aprobación en el Congreso, que se consideraba el principal obstáculo, allana el camino para que la enmienda sea ratificada en el Senado, donde el Partido Popular tiene mayoría.
La enmienda ha avanzado gracias a un error en la votación de Esquerra Republicana y EH Bildu, lo que permitió que la propuesta del PNV obtuviera el apoyo necesario. Este cambio legislativo busca facilitar la celebración de juicios rápidos, conocidos como juicios ‘exprés’, para abordar el problema de las ocupaciones ilegales de viviendas, un tema que ha generado un amplio debate en la sociedad española.
El siguiente paso en el proceso legislativo es la votación en el Senado, que se espera ocurra en los próximos días. Una vez aprobada allí, la enmienda será publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), entrando en vigor poco después. Aunque no se ha especificado una fecha exacta para su implementación, se anticipa que será efectiva en un futuro cercano.
Los juicios rápidos
De esta manera, estos delitos podrían ser juzgados a partir de ahora como enjuiciamientos rápidos. Estos son procedimientos que pretenden agilizar ciertos procedimientos judiciales para delitos menores, “con pena privativa de libertad que no exceda de cinco años”. Hasta ahora, los hurtos, robos, delitos de tráfico o de daños, así como contra la salud pública o los relativos a la propiedad intelectual e industrial eran susceptibles de este procedimiento.
El juicio rápido es un procedimiento penal diseñado para agilizar la justicia en casos de delitos flagrantes y de menor gravedad, se ha convertido en una herramienta clave en el sistema judicial español. Este tipo de juicio se caracteriza por su tramitación inmediata y plazos reducidos, según información disponible en el blog de Asistencia Legal Inmediata.
El juicio rápido está regulado por los artículos 795 a 803 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y se aplica exclusivamente a delitos que cumplen ciertas condiciones específicas. Estos delitos suelen ser de menor gravedad y, en muchos casos, son detectados por las autoridades en flagrante delito, ya sea a través de controles rutinarios o por denuncias de ciudadanos, según el blog mencionado.
El proceso del juicio rápido se inicia con la intervención de los agentes de la autoridad, quienes, al presenciar un delito flagrante, pueden detener al autor o perseguirlo. Posteriormente, los agentes elaboran un atestado policial que incluye la identificación del responsable, los hechos relevantes, las declaraciones de los implicados y las circunstancias del delito.
Este procedimiento penal se divide en varias fases, comenzando con la instrucción y preparación del juicio oral, que se lleva a cabo de manera inmediata tras la comisión del delito. La rapidez en la tramitación busca no solo una resolución expedita, sino también reducir la carga de trabajo en los tribunales.
El juicio rápido es una modalidad que, aunque breve, requiere de especialidades procesales tanto en la instrucción como en la preparación del juicio oral. Su implementación busca ofrecer una respuesta judicial eficaz y eficiente, adaptada a la naturaleza del delito y a las circunstancias del caso.