El Ministerio de Sanidad ha presentado un proyecto de real decreto para actualizar la normativa vigente sobre productos de tabaco y dispositivos relacionados, incluidos los cigarrillos electrónicos y las bolsas de nicotina. La propuesta, enmarcada dentro del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, busca establecer un empaquetado genérico para los cigarrillos y regular productos como los vapers.
El objetivo, según ha comunicado Sanidad, es “mejorar la protección de la salud pública mediante una regulación más estricta y adaptada a la realidad actual del mercado”. En España existen actualmente una amplia variedad de productos, con tabaco y/o nicotina o sin ella, que tienen un efecto perjudicial en la salud de las personas. La diversidad “representa un desafío y exige una respuesta técnica adecuada”, aseguran desde el ministerio.
El proyecto de real decreto podrá recibir aportaciones desde este jueves 21 de noviembre hasta el próximo viernes 13 de diciembre, a través del correo informacion_publica@sanidad.gob.es. Una vez aprobado, los fabricantes tendrán 10 meses para adaptarse a las nuevas normas, mientras que los comerciantes tendrán un año para vender los productos antiguos de su stock.
Las medidas propuestas por Sanidad
Así, el proyecto de real decreto propone una serie de modificaciones a la actual legislación sobre la comercialización y fabricación de los productos del tabaco (Real Decreto 579/2017). El Ministerio de Sanidad quiere establecer un empaquetado genérico a todas las marcas de cigarrillos y tabaco de liar. Quedarían prohibidos “elementos de diseño y colores atractivos que puedan incentivar el consumo” de estos productos. Los paquetes de cigarrillos o tabaco de liar no podrán mostrar ningún diseño “para conferirles características auditivas, olfativas o visuales específicas”, según el proyecto publicado. Los logos de marcas tan conocidas como Marbolo o Camel, por tanto, quedarían prohibidos.
En el empaquetado, solo se permitirá incluir el nombre de la marca, los datos del fabricante, el número de cigarrillos contenidos o el peso en gramos en caso del tabaco de liar y la mención a la prohibición de la venta a menores. Cuando lo incluya, podrán incluirse también informarse de que el producto contiene papel de liar y/o filtros. Respecto al diseño, la apariencia debe ser “uniforme”, con un tono de color único, a elegir entre dos tonos definidos mediante orden ministerial.
Con y sin nicotina, los cigarrillos electrónicos quedan regulados
Aunque no tengan nicotina, se regularán los cigarrillos electrónicos. Será necesario seguir unos requisitos de etiquetado, entre ellos la inclusión de la lista de ingredientes, advertencias sanitarias (”Consumir este producto es nocivo para su salud”) y un folleto informativo sobre el producto. Asimismo, se limitará el uso de aromatizantes, permitiendo solo aromas de tabaco “para evitar que los sabores artificiales resulten atractivos para los jóvenes”.
Finalmente, el proyecto de real decreto registrará dos nuevas categorías de productos: las bolsas de nicotina y los vapers o productos a base de hierbas calentadas. El texto, por el momento, no prohíbe los vapers desechables, ha aclarado el Ministerio de Sanidad, si bien se plantea hacerlo en una posterior reforma de la ley.
Por otro lado, las bolsitas de nicotina o nicotine pouches, son productos de administración oral que contienen sales de nicotina, celulosa microcristalina, carbonato de sodio, sales de carbónico, ácido cítrico y diversos aromas. Identificadas inicialmente en 2019 en Sucia, Estados Unidos y Reino Unido, se ha demostrado que su consumo tiene consecuencias similares al de los cigarrillos convencionales. Los niveles de nicotina tras usarlos, de hecho, pueden ser incluso mayores que con los cigarros. La actual legislación europea prohíbe la venta de productos derivados del tabaco diseñados para absorción bucal, tipo snus, con la excepción de Suecia, pero deja la puerta abierta a las bolsitas de nicotina, porque no contienen tabaco.