Isabel Pantoja afronta uno de los momentos más duros de su vida debido al gran conflicto que azota a su familia. Enfada con sus dos hijos y habiendo abandonado el hogar de su gran amor, Cantora, la tonadillera se encuentra en la etapa más solitaria de su historia. Sin embargo, posiblemente estos tiempos no sean nada comparado con su ingreso en prisión hace diez años, producido por su implicación en el Caso Malaya.
La de Triana entraba en la cárcel de Alcalá de Guadaíra el 21 de noviembre de 2014 tras verse salpicada por su controvertido romance con el exalcalde de Marbella, Julián Muñoz. La relación sentimental de Isabel Pantoja con el recién fallecido en septiembre de este año comenzó en 2003, en un momento en el que el político ya era una figura muy conocida en Andalucía. Muñoz, entonces casado con Mayte Zaldívar, comenzó su idilio al elegir a la artista como imagen de la ciudad de Marbella; sin embargo, durante meses mantuvo que se trataba de una amiga de la familia.
Pero, días más tarde, ambos se mostraron en una actitud que iba más allá de la amistad en la fiesta de La Candelaria. De esta forma, se confirmaría una relación entre ambos que duraría de 2003 a 2006. Aunque en esos tres años, nada hizo sospechar que la tonadillera se vería implicada en un caso de corrupción que sería destapado por Zaldívar al asegurar que su exmarido llegaba a casa con bolsas llenas de dinero.
En el momento en el que se dieron las declaraciones no solo se estaba tramitando la demanda de divorcio en el matrimonio, sino que se produjo el fin de la relación entre Pantoja y Muñoz. Ya que, días más tarde, el alcalde de Marbella sería detenido por la trama de corrupción inmobiliaria más importante de nuestro país. En esta, también se descubriría que tanto Mayte Zaldívar como Isabel Pantoja eran testaferros para el blanqueo de dinero que estaba siendo desviado del ayuntamiento, declarándose así que, durante los tres años de relación entre la cantante y el político, ella recibió ingresos de casi 600 mil euros en sus sociedades.
La exmujer de Paquirri sería condenada a una pena de dos años de cárcel y una multa de 1.147.000 euros, tras demostrarse que llegó a recibir ingresos diarios de hasta 3.000 euros al día. De esta manera, el 21 de noviembre de 2014 a las 7:55 de la mañana, Isabel Pantoja ingresaba en la prisión sevillana escoltada por dos funcionarias. Con su larga y morena melena recogida, unas gafas de sol XXL, un abrigo largo en color negro y un gran bolso bajo el brazo, la artista entraba con paso firme y la cabeza alta a la cárcel.
Este hecho, supuso un antes y un después no solo en el mundo del corazón, sino también en la vida de la sevillana. Asegurando a su madre que estaba de gira por Latinoamérica, Pantoja consiguió la libertad condicional por buen comportamiento el 2 de marzo de 2016, tras cumplir dos terceras partes de su condena. Y, ocho años después de ese suceso, sigue sin superar su entrada a “ese lugar de cuyo nombre no quiero acordarme”. “Yo es que de ese tema, no me gustaría hablar. Lo haré en su momento y claramente. No estoy preparada todavía. Trato de pasar página”, declaró a una entrevista en El País en 2019.
Su vida tras salir de prisión
Al tener que hacer frente a una alta suma de dinero de la cual no disponía, después de varios negocios fallidos y los altos costes que suponía el mantenimiento de Cantora, en cuanto abandonó la cárcel de Alcalá de Guadaía de la mano de su hermano Agustín, Isabel se puso a trabajar. En otoño de ese año estrenó su disco Hasta que se apague el sol y, aunque permaneció gran parte de este tiempo repudiada en la finca junto a su madre, en 2019 se unía al elenco de Supervivientes con un contrato casi millonario. Además, también aceptaría participar como jurado de Idol Kids y Top Star.
La relación con sus hijos se iría debilitando hasta el presente, puesto que ahora mismo ni Isa Pantoja ni Kiko Rivera le dirigen la palabra a la tonadillera. El hijo del torero cortó sus lazos al enterarse supuestamente que su madre le había mentido todos estos años sobre la herencia de su padre, la cual, según él, sigue permaneciendo en Cantora a espaldas de sus hermanos. Por otro lado, su hija ha terminado de tacharla en su vida después de encontrarse en el hospital de El Puerto de Santamaría, siendo intervenida por una grave apendicitis y no recibir el apoyo de la artista a su lado. Además, tras su reciente noticia de embarazo, parece ser que su madre ha mostrado completa indiferencia.
Aunque la pareja del DJ, Irene Rosales, siempre ha abogado por una buena relación en la familia, Isabel Pantoja terminó por dinamitar su paciencia cuando, tras el fallecimiento de la madre de esta, llamó a su nieta por su cumpleaños diciendo: “Soy tu abuela, la que dicen que está muerta. ¡He resucitado! Si tu madre tiene tiempo entre tele y tele, que te ponga este audio”. Una frase que indignó muchísimo a la sevillana y que no fue nada apropiada para una niña de cinco años que acabó muy confundida.