En un incidente que conmocionó a los residentes de Roma, una anciana fue víctima de un ingenioso robo en el aparcamiento de un supermercado situado en la carretera Nomentana. El método utilizado, conocido como la “estafa de las monedas”, plantea nuevas preocupaciones sobre la seguridad en espacios aparentemente ordinarios, como lo son los aparcamientos de supermercados.
“Acababa de hacer la compra y lo había cargado todo en el maletero”, relató la mujer a Il Messagero, quien dio detalles sobre cómo un hombre la distrajo y facilitó el robo.
Cómo se organizan los delincuentes para robar
El ladrón principal se aproximó a la ventanilla del coche de la mujer y, a través de una táctica bien ensayada, la alertó indicando que había dinero en el suelo cerca de su vehículo. La mujer, aún conmocionada por el incidente, explicó: “Era extranjero y al principio pensé que quería dinero, pero me dijo que quería decirme algo importante”. Esta situación, en sí misma, plantea interrogantes sobre cómo la buena voluntad de las personas puede ser explotada por delincuentes.
“Ante su insistencia, bajé la ventanilla y me informó de que había dinero en el suelo detrás del coche y que tal vez se me había caído”, aseguró la anciana, relatando claramente la manipulación psicológica empleada por el delincuente. Motivada por la preocupación, instintivamente la mujer salió del coche para recoger las monedas que, efectivamente, estaban esparcidas por el suelo. Durante estos momentos críticos, un cómplice del ladrón ejecutó el robo al abrir la puerta del pasajero y llevarse el bolso de la víctima.
En su relato al digital italiano, la anciana expresó su frustración y remordimiento: “Después de despedirme del hombre, volví al coche y fue en ese momento cuando me di cuenta de que la puerta del pasajero no estaba cerrada, sino echada, y de que mi bolso había desaparecido”. Este descuido, provocado en gran medida por la táctica del ladrón, resultó en una pérdida significativa de pertenencias personales. En el bolso robado, había alrededor de 150 euros en efectivo y documentos importantes como tarjetas de crédito y las llaves de su casa. Afortunadamente, la anciana no sufrió daños físicos, pero el impacto emocional del incidente permanece.
Oleada de robos con el mismo patrón
Pero este incidente no es un caso aislado, sino que pertenece a una serie de robos similares que están ocurriendo en la región, y desde allí se apunta a la posibilidad de que estos delincuentes estén empleando tácticas comunes que han resultado exitosas previamente. “Todavía estoy disgustada por lo ocurrido y me culpo por haberle hecho caso”, confesó la anciana al medio. Este caso sirve como recordatorio para el público sobre la importancia de estar alerta y del creciente ingenio de los ladrones que buscan aprovecharse de la buena voluntad y distracción de las personas.
Por otro lado, medios locales han comenzado a advertir a los ciudadanos sobre este modus operandi. Asimismo, las autoridades recomiendan medidas de precaución adicionales, tales como mantener las puertas del coche cerradas mientras se están en lugares públicos y evitar entablar conversaciones con extraños que intenten llamar la atención de manera sospechosa.
Este tipo de delitos no se limitan a Roma, y los informes de prensa sugieren que estafas similares han sido registradas en otras ciudades, lo que resalta la necesidad de estrategias de seguridad pública más efectivas y campañas de concienciación comunitaria.