Un empleado de gasolinera recomienda cuántas veces debes repostar diésel o gasolina premium: estos son sus cuatro beneficios

Cuando decidimos que es el momento de repostar nuestro vehículo, debemos tener claras dos decisiones: el tipo de combustible apto para nuestro vehículo y el tipo de calidad con la que queremos alimentar el depósito del coche. Hay que tener especial cuidado con el repostaje de combustible adecuado para nuestro vehículo, ya que, si nos equivocamos entre gasolina o diésel, habrá que dejar de circular, de forma inmediata, para evitar daños irreparables en el motor.

En cada surtidor de una gasolinera, suele haber 3 o 4 pistolas. Cada una de ellas representa un tipo de combustible —gasolina o diésel— y diferentes calidades. Puede parecer que no hay mucha diferencia entre las diferentes calidades y que son, únicamente, un sacacuartos, pero las variedades de carburantes que hay ofrecen distintas características, en función del presupuesto de cada conductor.

Si no sabemos qué combustible echar en el depósito del vehículo, lo mejor que podemos hacer es recurrir a la figura del gasolinero o gasolinera, quienes, con su experiencia, asesoran a los clientes, atendiendo cada circunstancia, de forma personal.

La diferencia de precio entre los carburantes normales y los de gama alta —también denominados prémium— se transforma entre 10 y 20 céntimos por litro. Así, en un repostaje convencional, pagaremos entre cinco y diez euros más o menos, en función de si optamos por una u otra calidad.

La decisión de usar gasolina o diésel de mayor calidad no solo debe estar basada en la diferencia de precios con respecto a los combustibles de peor calidad. También se tiene que fundamentar sobre la necesidad de cuidar el funcionamiento del vehículo.

Para ayudar con la elección de esta importante decisión, el Grupo Gasóleos García-Camacho, que tiene varias estaciones de servicio en España, publica vídeos útiles en redes sociales, donde aconsejan a los usuarios sobre asuntos diversos en el ámbito de los combustibles. Uno de los trabajadores de esta empresa, aparece en el siguiente vídeo, publicado en su cuenta de Instagram, en el que habla sobre las varias clases de carburantes. “De mayor calidad, tenemos el Diésel e+10 y la gasolina 98″.

A continuación, el hombre expone los motivos por los que, según su experiencia y conocimiento, invita a los clientes a optar por los carburantes de mayor calidad. “Mayor eficiencia, consumo, te cuidará el motor y, cuarto, te limpiará todos los conductos. Además, aconsejaría, como expendedor, cada 3 depósitos del normal, uno de diésel e+10″, afirma el empleado en el vídeo.

Con respecto a la gasolina, la principal diferencia entre la de mayor y menor calidad se halla en los aditivos, es decir, las sustancias añadidas a la gasolina con diversas funciones (anticongelantes, estabilizantes y lubricantes). Es importante recalcar que, antes de cada petrolera añada dichas sustancias que convierte a la gasolina en una de alta gama, todas tienen la misma gasolina. Esto se debe a que todas las gasolinas que se comercializan deben cumplir con unos estándares mínimos de calidad y, a partir de ese nivel, las compañías pueden optar por añadir los aditivos.

Asimismo, en el caso de los gasóleos, existe una medida llamada cetano, que indica cuestiones como la densidad o el punto de ebullición y, por tanto, explica la diferencia entre un diésel de mayor y menor calidad. Como norma general, el cetano debe superar el nivel 46; en España, según la revista Auto Bild, todos los tipos de gasoil superan el 51, de modo que cualquier diésel es apto para todos los coches diésel. Cuanto mayor sea el número de cetano, más se retrasará la ignición de combustible y mejor será la calidad de combustión, reduciendo las emisiones contaminantes, ruidos y vibraciones.