No son buenos tiempos para la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface). Mientras que el concierto que permite que un millón y medio de funcionarios puedan seguir teniendo asistencia sanitaria privada con las aseguradoras Asisa, Adeslas y DKV está en el aire, el organismo público no encuentra una empresa privada que pueda ofrecer a sus trabajadores reconocimientos médicos. De hecho, el contrato que licitó a finales de septiembre el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública (de quien depende Muface) con este objetivo se ha quedado finalmente desierto porque ninguna compañía se ha presentado.
Y eso que el ministerio estaba dispuesto a pagar 331.448,06 por esta prestación en los años 2025 y 2026, prorrogable otros dos años más, por lo que el coste total podría llegar a los 588.840 euros. El contrato consiste en tres servicios: un plan de reconocimientos médicos en cada uno de los centros de Muface; un gabinete médico para consultas puntuales que se iba a prestar en el Edificio B de los Servicios Centrales de Muface: y un plan de autoprotección para prevenir riesgos laborales.
“La contratación incluye a todos los trabajadores de Muface, tanto de los Servicios Centrales como de los Servicios Provinciales”, reza el pliego de condiciones de la licitación fallida, que “engloba el desarrollo integral de las cuatro especialidades preventivas de medicina del trabajo y vigilancia de la salud, seguridad en el trabajo, higiene industrial y ergonomía y psicosociología a fin de garantizar la adecuada protección de la seguridad y salud de los empleados públicos de Muface”. ¿Cuántos?
Según su última memoria, publicada hace unos días en medio de la polémica sobre la continuidad del concierto, Muface tiene actualmente una plantilla de 716 personas distribuidas en una red de Servicios Centrales, Servicios Provinciales (uno en cada provincia) y Oficinas Delegadas implantadas en todo el territorio nacional, que se complementa con una Oficina de Información a Mutualistas (OIM). A 31 de diciembre de 2023, 683 son personal funcionario (95,4%) y 33 son personal laboral (4,6%). Desde el punto de vista de su distribución territorial, 166 trabajan en Servicios Centrales y 550 en los Servicios Provinciales.
La Administración no tiene medios
El Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública reconoce que Muface “no dispone de los medios humanos y materiales necesarios para cubrir estos servicios que se tratan de satisfacer con el presente contrato, por lo que resulta procedente recurrir a empresas externas que dispongan de la infraestructura necesaria para el desarrollo de esta actividad”. Para las actividades preventivas, la Administración había estimado un coste de 106.733,96 euros en los próximos años.
Para los reconocimientos médicos el presupuesto era de 68.492 euros porque se estaba dispuesto a pagar 45 euros por cada uno de ellos para 550 empleados, además de 96 revisiones ginecológicas (a 61 euros cada una de ellas) para 96 empleadas públicas y 65 reconocimientos prostáticos (a 56 euros) para 65 trabajadores mayores de 45 años. Luego, el gabinete médico iba a tener un coste de 49.605,13 euros y se había fijado un plan de autoprotección y simulacros para todas las sedes por valor de 99.220,00 euros. Llama la atención que el contrato solo ofrezca los reconocimientos médicos a medio millar de trabajadores, cuando la plantilla supera los 700 efectivos. Es cierto que esta se ha ido reduciendo con el tiempo, porque las jubilaciones han superado a las reposiciones. Por ejemplo, en 2017 había 857 trabajadores. El año 2023 cerró con 716.
Si la licitación hubiese sido finalmente adjudicada, la empresa ganadora también tendría que haber hecho un estudio sobre el análisis ergonómico de los puestos de trabajo, “identificando las tareas, equipos, entorno, medios y sistemas”. Es decir, una evaluación de riesgos desde ese punto de vista ergonómico para poder planificar así medidas preventivas y correctoras tras analizar la manipulación manual de cargas y la postura de trabajo y movimientos repetitivos. Por su parte, los reconocimientos médicos no solo incluyen revisiones ginecológicas y urológicas, sino exploraciones clínicas, visuales, de los oídos, análisis de sangre y orina, espirometrías y electrocardiograma. Por último, estaba previsto un plan de higiene industrial para analizar los riesgos físicos (ruido, vibraciones, atmósferas explosivas, campos electromagnéticos, condiciones ambientales), químicos y biológicos que pudiesen afectar a la salud de los trabajadores.