La industria manufacturera europea se enfrenta a un desafío constante: mantener su competitividad en un mercado globalizado mientras lidia con una fuerza laboral que envejece. En este contexto, el mecanismo de jubilación parcial con contrato de relevo se ha consolidado como una herramienta estratégica. Esta modalidad no solo permite un relevo generacional eficiente, sino que también ayuda a las empresas a reducir costes, garantizar la transferencia de conocimiento y asegurar la estabilidad laboral.
De acuerdo con Júlia Rabell, abogada del área Jurídico-Laboral en AGM Abogados, este esquema de contratos de relevo es especialmente relevante en el sector manufacturero, donde se necesitan tanto la experiencia acumulada por los trabajadores mayores como la incorporación de jóvenes talentos con mayor capacidad física para enfrentar las exigencias del sector.
¿Qué es la jubilación parcial con contrato de relevo?
La jubilación parcial está regulada en el artículo 215 de la Ley General de la Seguridad Social (LGSS). Permite a los trabajadores que cumplan ciertos requisitos reducir su jornada laboral mientras reciben una parte proporcional de su pensión de jubilación. Esta reducción puede oscilar entre el 25% y el 67% de la jornada habitual, llegando hasta el 80% si el contrato de relevo es indefinido y a jornada completa.
Por su parte, el contrato de relevo, regulado en el artículo 12 del Estatuto de los Trabajadores, posibilita que las empresas contraten a un relevista para cubrir las horas de trabajo que deja vacantes el empleado parcialmente jubilado. Este contrato puede ser indefinido o tener una duración equivalente al tiempo que le reste al trabajador para alcanzar la edad de jubilación ordinaria.
Una de las ventajas más destacadas de este modelo es que el empleado parcialmente jubilado actúa como mentor del relevista, asegurando una transición paulatina y efectiva del conocimiento y las responsabilidades.
Requisitos para la jubilación parcial en la industria manufacturera
En la industria manufacturera, el uso del contrato de relevo está regulado por estrictos requisitos diseñados para proteger tanto a los empleados como a las empresas. Entre los criterios más importantes destacan:
- Edad mínima del trabajador: El empleado debe tener al menos 61 años (o 60 si fue mutualista antes del 1 de enero de 1967).
- Antigüedad y cotización: Se requiere una antigüedad mínima de 6 años en la empresa y haber cotizado al menos 33 años (25 para personas con una discapacidad reconocida del 33% o más).
- Condiciones de la jornada: La reducción puede variar entre un 25% y un 67%, pero puede alcanzar el 80% si el contrato del relevista es indefinido y a jornada completa.
- Estabilidad laboral en la empresa: Al menos el 70% de la plantilla debe estar contratada de forma indefinida.
- Base de cotización del relevista: Debe ser al menos el 65% de la base media de los últimos seis meses del trabajador parcialmente jubilado.
Beneficios para las empresas
La implementación de este esquema ofrece múltiples ventajas para las empresas:
- Relevo generacional eficiente: Los relevistas, generalmente más jóvenes, aportan dinamismo y modernización, mientras se benefician de la experiencia de los trabajadores próximos a la jubilación.
- Reducción de costes: Dado que los salarios de los empleados mayores tienden a ser más altos, reemplazarlos parcialmente con relevistas suele traducirse en un ahorro económico.
- Transferencia del conocimiento: La supervisión directa por parte del jubilado parcial garantiza que el capital intelectual acumulado no se pierda.
- Estabilidad laboral: Muchos relevistas terminan convirtiéndose en empleados fijos, lo que favorece la continuidad del negocio.
Cambios normativos vigentes
Este mecanismo está regulado por el Real Decreto Ley 20/2022, que prorrogó su vigencia hasta el 31 de diciembre de 2024. Esta extensión permite seguir aplicando las normativas previas a la Ley 27/2011, que endureció los requisitos para la jubilación parcial. Como señala AGM Abogados, esta regulación otorga a las empresas manufactureras una oportunidad única para adaptar sus plantillas y afrontar los retos de un mercado laboral cambiante. La modalidad está especialmente indicada para actividades físicamente exigentes o que requieren una alta especialización técnica, comunes en el sector manufacturero.
En palabras de Júlia Rabell, la jubilación parcial con contrato de relevo “no solo mejora la competitividad de las empresas manufactureras, sino que también fomenta la estabilidad laboral y asegura una transición suave hacia la jubilación total”. A medida que los trabajadores mayores reducen su jornada, los relevistas asumen gradualmente las responsabilidades, consolidándose en los puestos de trabajo sin que la productividad de la empresa se vea comprometida.