Es la mujer más inteligente del mundo, pero su respuesta a un acertijo hizo que recibiera críticas de miles de personas

Marilyn Vos Savant popularizó un problema matemático que quince años antes había revolucionado la estadística

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,Let's Make a Deal', el programa televisivo cuyo presentador dio nombre al problema de Monty Hall.
,Let's Make a Deal', el programa televisivo cuyo presentador dio nombre al problema de Monty Hall.

Imagínate que estás participando en un concurso de televisión en el que hay tres puertas cerradas. Detrás de una de ellas, hay un coche que puedes ganar, mientras que en las otras dos hay una cabra. Seleccionas la puerta número uno, y el presentador, que conoce detrás de qué puerta está el coche, abre la puerta número tres, de la que sale uno de los animales. Lo siguiente que te pregunta es con cuál te quedas, si con la número uno, que es la que habías escogido en un principio, o con la puerta número dos, que es la que él no ha abierto. ¿Cuál escogerías?

Este acertijo es, en realidad, un problema matemático conocido como la paradoja de Monty Hall -cuyo nombre viene a raíz de un concurso que realizaba un juego similar-. La respuesta correcta fue publicada en el año 1975 por el matemático Steve Selvin en la revista American Statician, pero no fue hasta quince años después, en 1990, cuando este acertijo se hizo mundialmente conocido, después de que la mujer más inteligente del mundo, Marilyn Vos Savant, publicara su respuesta en la revista estadounidense Parade Magazine y recibiera las críticas numerosas críticas por ello.

Un cociente más alto que el de Albert Einstein

La vida de la que es considerada la persona con el cociente intelectual más alto del mundo, Marilyn Vos Vansant (nacida en EEUU en 1946), ha vuelto a conocerse tras la viral publicación del tuitero Tushar -@tusmedios-, donde ha recogido algunos de los hitos más importantes de su vida. Es este quien explica cómo, a los 10 años, memorizaba libros enteros y leía decenas de volúmenes de la Enciclopedia Británica. Fue entonces cuando, según sus propias palabras, le hicieron un test de CI que dio un resultado de 228 puntos, el más elevado que se había registrado nunca.

“Nadie me prestaba mucha atención. Sobre todo porque era una chica, y lo acepté”, decía ella misma en un testimonio recogido por Tushar. Saltó a la fama mundial cuando el Libro Guinnes de los Récords se hizo eco de la puntuación de su CI, más alto que el de otras figuras muy conocidas como Stephen Hawking o Albert Einstein, ambos cerca de los 160 puntos. Eso hizo que apareciera en diferentes programas de televisión, y que acabara firmando una columna en la revista Parade: Pregúntale a Marilyn.

La solución al dilema de Monty Hall.
La solución al dilema de Monty Hall.

La paradoja de Monty Hall

Fue allí donde le hicieron llegar el problema matemático, y donde Marilyn contestó que, ante la posibilidad de quedarse con su puerta o elegir la número 2, que seguía cerrada, ella elegiría esta última, cambiando su elección inicial. A raíz de su respuesta, recibió unas 10.000 cartas -según datos de la BBC-, muchas de ellas de profesores de matemáticas en distintas universidades de Estados Unidos. “Quizá las mujeres ven los problemas matemáticos de forma diferente a los hombres”, recoge Tushar de una de estas. “Ya hay suficiente analfabetismo matemático en este país, y no necesitamos la propagación del cociente intelectual más alto del mundo”.

Sin embargo, resultó que todos estos académicos desconocían la existencia de esta paradoja publicada por Steve Selvin quince años antes: la respuesta de Marilyn era la correcta. A priori, muchos podrían pensar que hay un 50% de posibilidades de acertar con cada puerta, pero no es así. En realidad, la puerta que ha escogido el concursante en un principio tiene solo un 33% de posibilidades, mientras que la que no ha abierto el presentador tiene un 66%. Un hecho paradójico, pero corroborado por numerosos experimentos que se realizaron posteriormente.

“Supongamos que hay un millón de puertas y eliges la puerta número uno”, explicó Vos Savant más adelante. “El presentador del concurso, que sabe lo que hay detrás de las puertas y siempre evitará revelar la que tiene el premio, las abre todas excepto la puerta 777.777. Cambias la puerta rápido, ¿no?”.

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