Isabel Pantoja ha cambiado su testamento para dejar constancia de su última voluntad e indicar dónde quiere que reposen sus cenizas para cuando fallezca. Una decisión que ha llevado a cabo tan solo días después de conocerse el embarazo de su hija, Isa Pantoja, según desvela Semana este miércoles, 20 de noviembre.
En los últimos meses, la vida de la cantante ha dado un giro de 180 grados. La intérprete de Garlochí abandonó su finca en Cantora para afrontar una nueva realidad en Madrid, donde ha establecido su residencia en una finca de Pozuelo de Alarcón, a las afueras de Madrid. Ahora se conoce que en medio de esa serie de cambios, la tonadillera tiene la intención de vender todos sus bienes para hacer frente a sus deudas, según desvela la publicación.
“Ha asumido que tiene que vender la finca que heredó de Paquirri, la casa de Sevilla y el resto de propiedades que aún mantiene en Sevilla, como plazas de garaje o la casa donde vivió su hermano Bernardo, fallecido el 25 de noviembre de 2022″, señala la revista del corazón. Eso sí, la única propiedad que mantendrá será su casa de El Rocío, donde desea que reposen sus cenizas. “Quiere ser incinerada y que sus restos sean enterrados dentro de esas paredes, en concreto, tras el azulejo de la Virgen de El Rocío, en color blanco y azul, que está en el gran salón de la casa”.
Reparto de bienes
La publicación también desvela que, pese a que la relación con sus hijos, Kiko Rivera e Isa Pantoja, está completamente rota, lo cierto es que ellos son los herederos de la legítima de su fallecimiento. “Agustín es el gran beneficiado y su otro hermano, Juan, no heredaría nada al ser borrado tras su último enfrentamiento”, señala la revista del corazón, que añade que la cantante ha escrito todo en su testamento y, además, ha nombrado un albacea para que se cumpla su voluntad.
“Desprenderse de todas estas propiedades es la única solución que le han puesto sobre la mesa para poder hacer frente a las deudas que la están ahogando, pero en esa negociación nunca he estado la casa que posee en El Rocío”, señala Semana. Y es que dicha vivienda, que adquirió en los años 80, es para ella un tesoro, pues allí ha pasado los mejores momentos de su vida.
Su cariño hacia esta propiedad es tal que incluso desea que las cenizas de su madre, que ahora reposan en una urna con ella en Madrid, lo hagan finalmente en el patio de la casa de El Rocío. “El deseo de Ana era reposar bajo una mata de jazmines, algo que la tonadillera quiere cumplir. Isabel propuso plantar en el patio de la casa de El Rocío un jazmín y que su madre pudiera reposar allí y, así, además, estar las dos juntas como lo hicieron durante toda la vida”, indica Semana, que añade que Isabel Pantoja no ha cumplido este deseo aún porque “no ha tenido la fuerza suficiente para desprenderse del vínculo que supondría tenerla lejos”.