El Consejo General de Enfermería (CGE) y el secretario de Estado, Javier Padilla, se han reunido en el Ministerio de Sanidad para tratar la reclasificación profesional de las enfermeras, una reclama histórica del colectivo. La conclusión a término del encuentro y según ha comunicado el CGE es que “a principios de año puede haber novedades en algún sentido”. “Confiamos en los responsables del ministerio y en el trabajo que, en el ámbito de la Enfermería, están llevando a cabo junto a su equipo de colaboradores”, ha expresado su presidente, Florentino Pérez Raya.
Los empleados públicos se clasifican en grupos funcionariales de la A a la E, con algunos subgrupos entre medias, según el nivel de estudios y las responsabilidades asociadas al puesto de trabajo. Las enfermeras se ubican en el subgrupo A2, pese a que desde 2008 sus estudios se igualaron a los de Medicina, Psicología o Farmacia, clasificados en el A1. Esto conlleva unas diferencias considerables en el aspecto salarial, pero también les impide acceder a determinados puestos de dirección.
Por ello, desde hace años, la Enfermería reclama un cambio profesional. El pasado mes de febrero y tras la huelga de las sanitarias de Cataluña, el consejero de Sanidad catalán, Manel Balcells, se comprometió a abordar la “reclasificación y retribución de las categorías sanitarias en 2024″, algo “en lo que también se ha mostrado de acuerdo la ministra” Mónica García. El momento parecía idóneo, pues durante el año se han abordado las negociaciones para elaborar un nuevo Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud.
Un grupo A unificado, la solución que busca el CGE
Tras años de reclamaciones, el CGE considera que actualmente existe “sintonía con el Ministerio de Sanidad en el diagnóstico de los problemas de la enfermería y el tratamiento que requieren”. “Los objetivos están alineados”, ha asegurado Pérez Raya, añadiendo que en Sanidad “son conscientes del malestar en el colectivo enfermero ante ciertas injusticias históricas y las trabas a su desarrollo profesional”. “. Las cuestiones pendientes están bien encaminadas y parece que se pueden poner en marcha algunas medidas que resuelvan algunos de estos problemas endémicos”, ha sentenciado.
El Consejo General de Enfermería aboga por “la inclusión de las 345.000 enfermeras y enfermeros españoles en un grupo A unificado”, sin distinciones de A1 o A2, para igualarse así a “otros profesionales sanitarios y no sanitarios con un título de grado”. Pero SATSE, el sindicato de las enfermeras y fisioterapeutas, llama a la prudencia hasta que el ministerio presente una propuesta. Los sindicatos estaban llamados un encuentro con Sanidad este jueves 21 de noviembre para retomar las negociaciones, suspendidas en el mes de junio, pero la reunión ha sido cancelada, según ha comunicado UGT. Desde SATSE, esperan una propuesta “satisfactoria” por parte de la cartera de Mónica García, pues entienden que el argumento que presentan para la reclasificación es sólido, pero entienden que es algo complejo.
La presión asistencial y la prescripción enfermera, entre los asuntos debatidos con el ministerio
Las “novedades” esperadas, sin embargo, podrían ir por otro lado primero. Entre los campos abiertos está la prescripción enfermera: desde el año 2020, el Ministerio de Sanidad ha publicado nueve guías para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos por parte de las enfermeras. Estas medidas buscan agilizar la atención sanitaria e incrementar la seguridad jurídica de estas profesionales, que en la práctica ya procedían a la indicación de ciertos medicamentos.
El colectivo sanitario, sin embargo, ha mostrado su reticencia a estos cambios. Médicos y farmacéuticos se han opuesto a entregar estas competencias a las enfermeras y han asegurado que recurrirían las guías ante la justicia, pese a que se han elaborado con el consenso de representantes enfermeros, médicos y farmacéuticos. Así, los “avances” podrían venir por la adaptación de la Ley del medicamento (Ley 29/2006 de Garantías y Uso Racional de Medicamentos y Productos Sanitarios) para que “enfermeras y enfermeros indiquen fármacos en distintos ámbitos de su competencia, como en su día sucedió con los podólogos”, algo que “según traslada el ministerio, está ultimándose, aunque la reforma, lógicamente, debe pasar por el Parlamento”, aclaran desde el CGE.
Asimismo, en el encuentro se debatieron la falta de enfermeras en España (valorada en 125.000 profesionales), el impacto psicológico de la presión asistencial o “la inacción de las Administraciones Públicas en lo que respecta a las especialidades de Enfermería”.