La dramática historia de Simone del Vecchio, un diseñador web de 37 años originario de la ciudad italiana de Barletta, al sur del país, ha dado la vuelta al mundo y no ha dejado indiferente a nadie. El relato se ha conocido de la mano de su madre, Anna, quien ha estado detallando desde el primer momento las complicaciones médicas tan severas que sufrió su hijo por un tratamiento dental en Albania.
Actualmente, Simone se encuentra hospitalizado desde hace ocho meses, ya que la intervención acabó teniendo graves consecuencias para su salud. La madre de Simone, entrevistada por el periódico italiano Corriere della Sera, ha descrito cómo encontró a su hijo tirado en el suelo e inconsciente, y rodeado de una multitud de gente porque había sufrido una parada cardíaca, a la que le sucederían otras tres.
En un principio, Simone decidió viajar a Tirana, capital de Albania, el pasado 13 de marzo motivado por un anuncio que prometía resultados excelentes a precios competitivos en tratamiento odontológico. Su madre, Anna, había tenido una muy buena experiencia tratándose los dientes en Tirana antes, algo que influyó mucho en su decisión. Sin embargo, tras la colocación de la prótesis en ambas arcadas dentales, sufrió cuatro paros cardíacos. “Simone se encontraba deshidratado después de la operación y se desplomó al ir a por una botella de agua”, relató Anna. Tras el incidente, Simone fue trasladado de emergencia a un hospital en la capital albana, donde fue sometido a una coronariografía y le insertaron un stent coronario.
Todos esperan que Simone se recupere, pero no será pronto
El estado de salud de Simone sigue siendo delicado. Volvió a Italia y permanece hospitalizado en San Giovanni Rotondo, una localidad italiana, donde deberá someterse a una cirugía por una estenosis traqueal. Su madre ha expresado su dolor al ver a su hijo con 30 kilos menos. “Hoy ya no es él. Ha perdido 30 kilos”, señaló Anna en la entrevista, describiendo cómo su hijo se ha ido desvaneciendo poco a poco. El digital Fanpage.it ha podido saber que sus familiares y amigos han permanecido al lado de Simone mientras él, alimentado solo por una clavija, lucha por su recuperación.
Anna ha reconocido que, a pesar de sus reservas y las advertencias de otras personas sobre los riesgos asociados a ciertos tratamientos en Albania, Simone insistió en realizarse el procedimiento atraído por el bajo precio. “Él es un cabezota”, explicó su madre. Los incidentes sobre los que tuvo conocimiento antes, de pacientes con bajadas de tensión y enfermedades tras el tratamiento, no fueron suficientes para que cambiara de opinión.
A pesar de su complicada situación, se espera que Simone pueda recuperarse completamente con el tiempo, aunque sea un planteamiento a muy largo plazo. Mientras tanto, los detalles de su caso resaltan los riesgos potenciales de someterse a cirugías médicas en el extranjero motivadas simplemente por los precios reducidos. Aunque el joven se encuentra ahora fuera de peligro inmediato, su vida y la de su familia han quedado marcadas profundamente por esta experiencia.