Los últimos partidos de Rafael Nadal como tenista profesional no solo marcarán el final de una era en el deporte, sino también un momento muy significativo en su vida familiar junto a su esposa, Mery Perelló. Desde hace más de dos décadas, Mery ha sido una figura constante en la vida del campeón, acompañándolo tanto en los triunfos como en los desafíos. Con la retirada del balear tras las Finales de la Copa Davis en Málaga que comenzarán a celebrarse este martes, se cierra un capítulo que ambos han compartido con compromiso y discreción.
Nacida en Manacor en 1988, Mery Perelló, conocida por la prensa como Xisca, ha sido la compañera de vida de Nadal desde que eran casi adolescentes. Hija del empresario inmobiliario mallorquín Miquel Perelló, fallecido en abril de 2023, y de la funcionaria en el Ayuntamiento de Manacor, María Pascual, su historia comenzó en el colegio Pureza de María, donde Mery coincidió con Maribel Nadal, hermana del tenista. La amistad entre ambas fue el puente que permitió que ella y Rafa se conocieran en el año 2000. Sin embargo, no fue hasta cinco años después cuando hicieron pública su relación, cuando apareció en las gradas de Roland Garros junto a la familia Nadal, un año en el que Rafa conquistó su primer título en ese torneo.
A pesar de ser una figura clave en la vida de uno de los deportistas más exitosos del mundo, Mery ha mantenido siempre un perfil bajo, prefiriendo el papel de apoyo en la sombra. Tras estudiar Dirección y Administración de Empresas en la Universidad de las Islas Baleares, comenzó su carrera profesional en el departamento de Comunicación de Endesa. Posteriormente, trabajó en Londres en IMG, una multinacional del marketing deportivo, donde se especializó en patrocinio y esponsorización, antes de regresar a Mallorca para unirse a Mapfre. Y, desde hace años, Mery ocupa el cargo de directora de la Fundación Rafa Nadal, una institución que busca apoyar a jóvenes en situaciones desfavorables a través del deporte.
Una boda privada y una vida lejos de los focos
En 2019, tras 18 años de noviazgo, Rafa y Mery sellaron su relación con una boda en Sa Fortalesa, una fortaleza del siglo XVII en Mallorca. La ceremonia fue un evento privado con 250 invitados, entre los que se encontraban figuras como los Reyes Eméritos, Carlos Moyá y Carolina Cerezuela, y Feliciano López con Sandra Gago. Mery lució un vestido diseñado por Rosa Clará, y las imágenes del evento fueron compartidas por los propios novios, evitando cualquier exclusividad mediática.
Actualmente, la pareja vive en Porto Cristo, una localidad costera de Manacor, en una espectacular mansión situada sobre un acantilado. Además de contar con unas increíbles vistas al Mediterráneo, tiene habilitado un acceso a la entrada a la Cova des Correual que les permite salir a navegar con el Great White, el catamarán que adquirió el tenista en 2020 y del que disfruta cada verano. Este hogar, que han remodelado durante años, es un refugio para la pareja y su hijo, Rafael Nadal Perelló, nacido el 8 de octubre de 2022.
Pero no se trata de cualquier propiedad, sino que es una de las más cotizadas de Mallorca. Comprada por el deportista hace diez años, fue reformada por el arquitecto mallorquín Tomeu Esteva, hermano de la fundadora de la empresa Cortana. La mansión cuenta con dos edificios conectados a dos alturas diferentes y además incluye grandes terrazas con vistas al mar. Con una enorme piscina y un espectacular jardín, lo más importante de ella es que se encuentra a solo unos minutos de la Rafa Nadal Academy.
Además de esta, la pareja tiene en propiedad una casa en Playa Nueva Romana, en República Dominicana. Una mansión a pie de playa que el deportista compró en 2012 por dos millones de euros y que cuenta con tres dormitorios, una piscina y un club de campo con su respectiva pista de tenis y campo de golf.
Un apoyo inquebrantable en los momentos difíciles
Mery ha estado al lado de Rafa en los momentos más complicados de su carrera, incluyendo sus lesiones más graves y etapas de incertidumbre. Durante el embarazo de su primer hijo, la situación se tornó difícil cuando Mery tuvo que ser hospitalizada por precaución semanas antes del parto. Rafa no dudó en expresar la dureza de ese período durante su gira por Argentina, meses después del nacimiento de Rafa Jr.: “Pasé momentos complicados con el embarazo de mi mujer. Fue una etapa difícil, pero al final todo salió bien”.
Cuando no están viajando, los Nadal-Perelló disfrutan de su vida en Mallorca con momentos de tranquilidad y actividades compartidas. Uno de sus pasatiempos favoritos es navegar por el Mediterráneo en su yate Great White, aunque también son unos buenos anfitriones, y durante el verano siempre disfrutan de cenas familiares y encuentros con amigos, como la visita de Sebastián Yatra y Aitana hace un par de años, quienes compartieron una jornada en su hogar el pasado verano.
La retirada de Nadal marca un nuevo comienzo para la pareja. Mientras el tenista deja atrás las exigencias del circuito profesional, ambos podrán centrarse más en su vida familiar y los proyectos que han construido juntos, como la Fundación Rafa Nadal. Rafa expresó su gratitud hacia Mery en su mensaje de despedida del tenis: “Gracias por todo lo que has hecho. Has sido la compañera perfecta durante todos estos años. Volver a casa y ver a nuestro hijo ha sido una fuerza que me ha mantenido vivo para continuar”.