Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Polícia Judiciária de Portugal y EUROPOL, han desarticulado la organización criminal “narcos del cielo” que pretendía introducir toneladas de cocaína en Europa por vía aérea. La operación, que ha permitido el arresto de 25 personas -19 en España y 6 en Portugal-, ha contado con un despliegue coordinado de la Policía Nacional en todo el territorio nacional en el que han participado agentes de Madrid, Barcelona, Bilbao, Cuenca y Plasencia (Cáceres).
Las primeras pesquisas dieron comienzo en junio de 2023 de forma conjunta entre la Policía Nacional y la DEA estadounidense y se centraron en las actividades de un ciudadano colombiano residente en Madrid que, presuntamente, lideraba una importante organización criminal dedicada a la importación de grandes cantidades de cocaína.
La primera fase de la investigación llevó a los agentes a una cafetería situada en La Moraleja, Madrid, que era frecuentada por los investigados y a la que ellos mismos se referían como la oficina, se llevaban a cabo la mayor parte de reuniones de los miembros de la organización. Esto fue lo que permitió empezar a identificar a los integrantes del entramado –muchos de ellos residentes en el extranjero-, así como conocer el rol desempeñado por cada uno de ellos y detectar los proyectos ilícitos que se estaban gestando.
Aviones privados fletados
La investigación continuó y los agentes acreditaron que se trataba de una organización criminal altamente especializada en la introducción de alijos de cocaína en Europa, cuyos miembros contaban con numerosos contactos para la salida del estupefaciente desde distintos puntos de Sudamérica y para su recepción en diferentes ciudades europeas. Para transportar la droga utilizaban aviones privados fletados, por compañías privadas, que dotaban a la actividad ilícita de apariencia legal.
Por otra parte, las pesquisas acreditaron que todos los miembros del entramado habían hecho del tráfico internacional de cocaína su único medio de vida, sin desempeñar ninguna actividad laboral legal y que, además, les permitía mantener un alto nivel de vida.
Tras varios meses, los agentes confirmaron que la organización tenía acceso a varios aeropuertos europeos como punto de entrada de los cargamentos de cocaína, encontrándose uno de ellos en la localidad portuguesa de Beja. Allí el entramado contaba con una amplia estructura, motivo por el que sus miembros realizaban numerosos desplazamientos a Portugal.
No fue hasta enero de 2023 cuando la Policía Nacional y la Policía Judiciária de Portugal realizaron un operativo conjunto que permitió identificar una trama de funcionarios corruptos que operaban, bajo la dirección de un ciudadano portugués, en el aeropuerto comercial de Beja. En esas fechas, los agentes tuvieron conocimiento de que la organización había lanzado su primer avión fletado desde Barranquilla (Colombia) hasta el Aeropuerto de Beja (Portugal), a bordo del cual se encontraban varios de sus miembros así como pilotos contratados al efecto.
Sin embargo, y pese al amplio dispositivo establecido, las gestiones policiales permitieron confirmar que dicho avión no había podido ser cargado con la cocaína en Barranquilla, lo que conllevó pérdidas económicas a la organización que superaban los 500.000 euros.
Recuperar el dinero con maletas de cocaína
Esto no desanimó a los investigados, que siguieron con su proyecto de enviar casi dos toneladas de cocaína en avión privado a Europa para poder recuperarse económicamente y sufragar la operación, ya que era su única forma de mantener su nivel de vida. Debido a su fallo anterior cambiaron su modus operandi: recurrieron a operaciones de menor envergadura que no requiriesen un gran desembolso económico, y comenzaron a enviar maletas con cocaína desde distintos países hasta el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Los envíos fueron detectados por los agentes que interceptaron cuatro de ellos en septiembre de 2023 (con 16,5 kilos de cocaína), marzo de 2024 (31 kilos de cocaína), abril de 2024 (60 kilos de cocaína) y septiembre de 2024 (20 kilos de estupefaciente).
Asimismo, el pasado mes de mayo la organización envió un contenedor de aguacates desde Perú hasta el Puerto de Barcelona. En esta ocasión contenía 344 kilos de cocaína ocultos en el suelo de la estructura, si bien los agentes interceptaron el mismo antes de que llegara a los miembros del entramado.
En junio de 2024, los investigados realizaron un segundo intento para transportar la droga en un avión privado. Tras conseguir financiación a través de varios inversores externos procedentes de México, fletaron una aeronave privada desde Johannesburgo (Sudáfrica) hasta República Dominicana, donde debía cargarse el estupefaciente, para dirigirse finalmente a Reino Unido. Al igual que en el primer intento, los problemas logísticos impidieron cargar la cocaína.
Criptomonedas y Hawala
La organización se encontraba cada vez más acorralada y tuvieron que buscar nuevas fuentes de financiación que les permitieran sufragar sus gastos del día a día, así como el pago de la sustancia estupefaciente y demás gastos de logística.
Una de ellas fue la utilización de establecimientos que operan con criptomonedas para la conversión del efectivo resultante de las operaciones de narcotráfico en divisa legal. También recurrieron a locales de envío de remesas de dinero y, como fuente principal, el contacto con empresarios de origen chino que contaban con capacidad económica suficiente y con una estructura que operaba a nivel mundial para realizar compensaciones de créditos al margen del sistema financiero legal (sistema denominado Hawala).
Entre los contactos de origen chino investigados, los agentes identificaron a uno de los objetivos de alto valor de EUROPOL, que ha apoyado la investigación en el análisis de la información financiera obtenida así como en la trazabilidad del flujo económico de la organización criminal.