La razón por la que no pueden despedirte de tu trabajo alegando bajo rendimiento, según un abogado: “Es improcedente”

— Nacho, estás despedido.

— ¿El motivo?

— Pues por bajo rendimiento.

— Parece ser que no te importa, ¿no?

— La verdad es que no.

— ¿Por qué?

— Porque va a ser improcedente

Cada día, son miles los trabajadores que acuden a su puesto con la presión de no alcanzar los objetivos que la empresa les ha marcado o impuesto. El simple hecho de pensar en no cumplirlos les causa ansiedad, malestar y una sensación extraña en el cuerpo. Pero, ¿están realmente definidos en el contrato? En el caso de que la respuesta sea negativa, la empresa no podrá, bajo ningún concepto, despedir a un empleado por “bajo rendimiento”. Así lo ha explicado en un vídeo publicado en TikTok, @laboral_tips, un abogado laboralista que comparte en esta red social contenido relacionado con lo profesional que puede orientar a los trabajadores a la hora de hacer valer sus derechos.

Para que se comprenda mejor la cuestión del despido por “bajo rendimiento”, el creador de contenido se ha puesto en la piel de un jefe y un empleado (Nacho). En este teatrillo, el superior informa a su súbdito de que va a despedirlo. Sin embargo, él aludido se muestra muy tranquilo, ya que, asegura que su trabajo “no es cuantificable” y que, además, en su contrato no tiene “ningún tipo de cláusula de rendimiento, ni tampoco ningún anexo” que apunte lo que debe producir o hacer.

Como el director no tiene ninguna manera de cuantificar ni su rendimiento, ni su disminución, el despido será declarado improcedente. Asimismo, le recuerda que en el juicio no podrá decir nada que “no esté en la carta de despido”. “Según el artículo 105.2 de la Ley Reguladora de la jurisdicción social, lo que no esté en la carta, no está en el mundo”, apunta. Por último, recuerda que antes de la destitución, se debe comunicar previamente al trabajador la existencia de problemas de rendimiento mediante advertencias, evaluaciones o seguimiento. En el caso de que este punto no se cumpla, la cesión sería desproporcionada.

Cuando un despido es declarado improcedente en España, el empleador debe elegir entre dos opciones, acorde al Estatuto de los Trabajadores:

• Reincorporación del trabajador: regresa a su puesto en las mismas condiciones que tenía antes del despido, incluyendo salario, antigüedad y derechos adquiridos. Además, el jefe está obligado a abonar los salarios que el empleado dejó de percibir desde la fecha del despido hasta la notificación de la sentencia.
• Indemnización: en caso de no optar por la reincorporación, deberá indemnizar al trabajador. La cuantía se calcula de la siguiente manera:
  • 33 días de salario por año trabajo, con un límite de 24 mensualidades, para contratos firmados después del 12 de febrero de 2012.
  • Por contratos anteriores a esa fecha con un límite de 24 mensualidades, para contratos firmados después del 12 de febrero de 2012.

Si el trabajador despedido es un representante legal de los trabajadores, tiene derecho a elegir entre la reincorporación o la indemnización.