En un sorprendente giro del destino, Gareth Bull, padre de dos hijos y antiguo albañil, ganó un bote de 40 millones de libras en la lotería en enero de 2012. Sin embargo, su vida tomó un rumbo inesperado cuando decidió mudarse a una caravana después de demoler un bungalow que compró con parte de su fortuna. Este cambio lo llevó divorciarse de su primera mujer.
La decisión de Gareth de mudarse a una furgoneta tuvo un gran impacto en su vida. A pesar de que ganó una fortuna, al principio decidió vivir en una caravana mientras construía la casa de sus sueños de 1.000 metros cuadrados. “Mis amigos me dijeron: has ganado 40.000.000 libros y te has mudado a una caravana”, comentó Gareth Bull a The Sun. Esta etapa fue, según él, solo temporal, ya que la mudanza fue parte del proceso de construcción de su nueva vivienda.
La suerte de Gareth en el amor no coincidió con la de la lotería. Después de su separación en 2016, Bull conoció a Donna Desporte, gerente de un bar en Tenerife, durante una despedida de soltero. Incluso su esposa presenció el romance porque pudo verlo mediante una transmisión televisiva de un combate de boxeo. Este romance duró solo nueve meses, pero dejó una marca en Desporte, quien tituló sus memorias con la memorable frase usada por Gareth: “Búscame en Google”.
“Diseñé su casa y ayudé a diseñar su villa en Tenerife, pero ya no estamos juntos”
No mucho después, Gareth Bull entabló una relación con Victoria Melling, diseñadora de interiores. La relación prosperó mientras ella le ayudaba a embellecer su fastuosa mansión durante el encierro. Aunque la relación parecía perfecta en redes sociales, donde Victoria describía a Bull como su “caballero de armadura brillante”, la pareja finalmente se separó después de dos años: “Diseñé su casa y ayudé a diseñar su villa en Tenerife, pero ya no estamos juntos”, explicó Melling.
Por su parte, la mansión que construía Gareth Bull tras vivir en la caravana tuvo un impresionante resultado. La propiedad de cuatro dormitorios está evaluada en aproximadamente un millón de libras y cuenta con lujosas estancias como una piscina con control de olas, sistemas de sonido, jacuzzis y tres barras de bar personalizadas. Todas estas características permiten que la residencia brinde un ambiente de lujo y confort que Bull esperaba alcanzar.
Mientras tanto, Gareth parece haber encontrado cierto grado de estabilidad, al menos en lo referente a su vivienda. “En cuanto me dieron luz verde, empecé a cavar y ya no paré”, aseguró Bull, reflejando su determinación en completar su proyecto residencial. A pesar de las complicaciones en su vida personal, la dedicación para materializar su hogar de ensueño persistió hasta conseguirlo.
Este relato es una de las muchas historias sorprendentes de afortunados adquisidores de grandes sumas que realizan elecciones de vida insólitas. La historia de Bull invita a reflexionar sobre cómo una gran ganancia no siempre lleva a la simplicidad en las decisiones de la vida. The Sun detalló cada paso de su trayectoria, incluyendo tanto sus éxitos financieros como los reveses emocionales, revelando cómo incluso las fortunas inesperadas pueden venir acompañadas de desafíos personales significativos.