El caso de la muerte de Margaret Spada no ha pasado desapercibido. Al contrario, aún sigue sin saberse qué fue lo que ocurrió para que la joven de 22 años perdiera la vida en una operación de rinoplastia. Concretamente, fue después de la inyección de anestesia cuando Margaret se empezó a encontrar mal y tuvo que ser trasladada al hospital, donde murió tres días después de haber estado en coma.
Ahora, se están investigando a los responsables, tanto a la clínica Via Cesare Pavese en Eur como al médico responsable de la operación, Marco Antonio Procopio. Pero también el anuncio por el cual la señorita Spada conoció la clínica de cirugía estética.
Marco Antonio Procopio
El cirujano responsable aquel día era el hijo del dueño de la clínica, Marco Antonio Procopio. Con 19 años, Procopio intentó matricularse en la facultad de medicina y cirugía en la Universidad Capitolina, pero no superó la prueba de acceso, situándose entre los últimos del ránking sobre un total de 6.295 candidatos. Cabe resaltar que su puntuación fue muy baja: 13,5 sobre 100, según ha comentado Il Gionarle.
No obstante, dicha calificación no le bajó la moral para perseguir su sueño y los pasos de su padre. Poco después, Marco Antonio se matriculó en la Universidad de Vasile Goldis de Arad, en Rumania, donde obtuvo su título. Posteriormente, estudió en la escuela de cirugía plástica y reconstructiva Ivo Pintanguy, en Río de Janeiro (Brasil).
Publicidad en TikTok
Al regresar a Italia, el nuevo médico comenzó a trabajar con su padre, Raffaello Procopio, en su clínica. El poder de las redes sociales, particularmente de TikTok, hicieron que el joven Procopio alcanzara cierta popularidad. Una fama que no solo fue gracias a las magníficas críticas de sus clientes, sino también por los precios tan competitivos que ofrecían: menos de 300 euros por un relleno de labios, un poco más por algo de Botox.
Del mismo modo, el coste de una rinoplastia parcial era bastante barato. En este caso, a Margaret Spada le habrían pedido 2.800 euros. Ahora, desde que comenzó la investigación de la muerte de la joven, las redes sociales del médico ya no son visibles.
Además, también está siendo investigada la clínica. Según Francesco Rocca, presidente de la Región del Lacio, “la clínica no contaba con las autorizaciones necesarias para realizar ese tipo de operaciones”. Tras la intervención médica en la clínica estética, no se encontraron registros de la operación, ni de carácter informativo para poder saber qué pudo pasar, como de consentimiento por parte de la paciente.
Marco Antonio Procopio anunciaba intervenciones “poco invasivas de 20 minutos sin dejar cicatrices”. Tras los hechos, el presidente de la República de Italia, Sergio Matterella, ha advertido que “hay que evitar el riesgo de confiar en la web como si fuera el médico de confianza”.
Los primeros exámenes médicos apuntan a que ha podido ser una reacción alérgica quien pudo hacer sentir el malestar a la joven, aunque la investigación se mantiene aún abierta para comprobar si en el momento de la operación se disponía de todos los instrumentos de rehabilitación necesarios y los medicamentos para este tipo de reacciones, como el cortisona.
De manera preventiva, se ha procedido al cierre de la clínica hasta que se despejen las dudas y se aclaren los vacíos legales que se han encontrado las autoridades en los distintos pasos de la intervención.
Rinoplastia o rinofiller
La rinoplastia es una operación de remodelación del armazón osteocartilaginoso y no implica simplemente la eliminación de superfluo. El cirujano debe tener habilidades específicas, por lo que es importante contar con un médico experto en realizar las diferentes técnicas. “Cuidado aquellos que sólo saben aplicar un método, que, tal vez, no es necesariamente el adecuado para ese caso”, ha recordado Raffaele Rausso, especialista en Cirugía Maxilofacial y vicepresidente de la FIME (Federación Italiana de Médicos Estéticos).
Por su parte, el rinofiller significa relleno. Es decir, una sustancia biocompatible que, inyectada debajo de la piel, realiza correcciones. Este procedimiento suele ser una alternativa a la rinoplastia porque se considera menos invasiva y con tiempos de recuperación inmediatos.