Desde los 21 años delante de una cámara, Cristina Pedroche (36 años) es una de las colaboradoras más conocidas de la televisión. La vallecana tiene una carrera más que consolidada, por ello, Uri Sabat ha querido conocer cuál es la clave para mantenerse tanto tiempo al pie del cañón en su podcast La Fórmula del Éxito. Pese a haber participado en numerosos programas y presentado las campanadas otras tantas veces, la modelo ha confesado que aun así a día de hoy le siguen acusando de haber pegado “un braguetazo”. Aunque ella se lo toma con humor y, entre risas, confiesa que no es así.
En esta sociedad en la que parece que las mujeres siempre tenemos que dar explicaciones de cada paso que damos, Pedroche le cuenta a Sabat que cuando ella conoció a Dabid, él “ya tenía tres estrellas Michelín y ya era un cocinero excepcional”. “El mejor de España”, añade. A pesar de tener “una proyección increíble” aclara que “era un empresario no muy bueno”. “No ganaba mucho dinero, de hecho todo lo que ganaba, lo seguía invirtiendo en el restaurante, que tenía muchas pérdidas”, recuerda. La colaboradora, que estudió Administración y Dirección de Empresas y Turismo, comenzó a “rascar” en el negocio y no tardó en darse cuenta, de que había que “darle una vuelta”.
“Dabid es una persona infeliz”
El presentador también se ha interesado por Dabid Muñoz y la modelo ha confesado que “dentro de sus obsesiones” y “de ser una persona insatisfecha de por vida”, “está muy bien”. “Dabid es una persona infeliz, yo mira que intento cada día demostrarle la cantidad de cosas que tiene para sentirse afortunado y sentirse el puto amo del mundo”, comenta. Ha explicado que a él le gusta “estar en su tormenta” y llevar “el perfeccionismo hasta el extremo”. “Él es una persona que dice que si algo está bien hay que cambiarlo porque puede estar mejor”, ha añadido. Ha asegurado que eso al final se convierte en “una obsesión” y que hay ocasiones en las que el cocinero no es feliz y que eso “no mola”.
“Molaría que estuviera feliz y contento cocinando en DiverXO”, se apena la televisiva. Cuenta que el chef es “la persona que peor lo pasa en el mundo comiendo su propia comida”, porque siempre le encuentra algún fallo. Es por eso que ella, en alguna ocasión, le ha llegado a confesar que no quiere comer con él.
“Tengo una pareja a mi lado que es increíble”
Aunque haya comentado qué es lo que menos le gusta del chef, en su conversación con Sabat no han faltado los elogios hacia su marido. “Soy muy afortunada porque tengo una pareja a mi lado que es increíble, es maravilloso”, asegura con una sonrisa. Cuenta que lo conoció en el “showroom de una marca deportiva” y que lo primero que pensó cuando escuchó su nombre era que era “el de Estopa”. Más tarde, le saludó y “en ese momento” sintió “mariposas”. “Cogí a la chica del showroom y le dije madre mía, yo me voy a casar con este señor”, recuerda.
“DiverXO es una montaña rusa”
En cuanto a DiverXO explica que “es el parque de atracciones de Dabid, una montaña rusa en la que tú te montas y no sabes ni cuándo acaba, ni cuántos loops tiene”. Ha añadido que su marido le inspira “muchísimo” y que le molesta que no se le otorgue “el reconocimiento que se merece”. A pesar de que de manera “egoísta” le gustara que el chef pasara más tiempo en casa, “de forma empresarial” ve que “las cosas sin él no estaría igual de bien” porque “Dabid ve cosas donde los demás no vemos”.