Greenpeace ha proyectado esta noche el mensaje “Aquí manda Repsol” sobre el edificio del Congreso de los Diputados de Madrid, para expresar su “contundente rechazo” a la retirada del impuesto a las energéticas, que se espera que se acuerde este lunes en la Comisión de Hacienda. La organización considera “inmoral” que el Congreso no exija a las energéticas que paguen “por los daños que producen y se les permita seguir enriqueciéndose a costa de la ciudadanía y del planeta”.
“En un momento en el que toda la fuerza de la democracia debe atender y solidarizarse con las víctimas de la DANA, hay partidos que se pliegan a las grandes compañías para tumbar la justicia fiscal que necesitamos. Hemos visto cómo el dirigente de Repsol, la empresa más contaminante en España, está más centrado en los dividendos de sus grandes accionistas anglosajones y nórdicos que en la responsabilidad de la compañía con la sociedad en la que operan sus negocios. Es un comportamiento situado en las antípodas del compromiso, que sí están mostrando las personas voluntarias y de los servicios públicos en este momento”, ha declarado Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace España.
El impuesto a las energéticas se creó de forma temporal en 2023 junto con el de la banca, con el objetivo de mitigar el impacto de la inflación y gravar los beneficios extraordinarios que obtuvieron estos sectores a causa de la guerra en Ucrania. La recaudación en 2023, aseguran desde Greenpeace, fue de 1.164 millones de euros y el propio Gobierno estima recoger una cantidad similar en 2024. En este sentido, la organización afirma que “en lo que va de 2024, estos sectores han incrementado todavía más sus beneficios en un mercado supuestamente normalizado” y pide no perder la oportunidad de hacer este impuesto permanente.
blockquote class="twitter-tweet" data-media-max-width="560">🔴ACCIÓN🔴
— Greenpeace España (@greenpeace_esp) November 18, 2024
El Congreso de los Diputados, ¿sede de la soberanía popular o de la soberanía empresarial?
Sus señorías deben demostrar hoy si obedecen a los intereses de Repsol o si las empresas energéticas pagan IMPUESTOS JUSTOS por el caos climático que han provocado.
¿Quién manda? pic.twitter.com/nOYVnPAXTX
El debate sobre este impuesto se enmarca en la reforma fiscal del Gobierno, que ha supuesto un largo debate entre los socios del Ejecutivo. A un lado quedaban PNV y Junts, que pedían no prorrogar el impuesto energético a cambio de mantener tres años el gravamen a la banca; al otro, ERC, EH Bildu, Podemos y BNG, que reclamaban hacer permanentes los dos gravámenes. Finalmente, el PSOE ha cedido ante el PNV y Junts. De este modo, se espera que esta jornada de debate sea la definitiva y salga adelante las votaciones.
Un impuesto global a las petroleras y gasísticas
El acto de protesta llega el mismo día que la organización ecologista presenta el marco de la COP29 de Bakú una propuesta para implementar un impuesto global a las grandes empresas petroleras y gasísticas para financiar los costes de los desastres climáticos extremos que provocan el cambio climático a través del fondo de pérdidas y daños de la ONU.
La iniciativa incluye un impuesto inicial a las grandes compañías de combustibles fósiles de 5 dólares (aproximadamente 4,74 euros al tipo de cambio actual) por tonelada de CO2 liberada, que se incrementaría gradualmente y que serviría para recaudar miles de millones de dólares en el horizonte de 2030.