Tener un perro a nuestro cargo puede ser una bendición. Estos animales profesan un amor y una lealtad infinitos a sus dueños, por lo que son grandes compañeros en millones de hogares de nuestro país. Pero a pesar de que nos apoyan y ayudan cuando más lo necesitamos, lo cierto es que también ellos dependen de nosotros. Su alimentación, su cuidado y su seguridad son responsabilidad de las personas con las que conviven.
Es por eso que, a la hora de tener una mascota, es muy importante informarse sobre algunas de sus características especiales. Su desconocimiento puede acarrear graves consecuencias para el animal, y es en la alimentación de nuestro perro donde este puede sufrir las consecuencias más graves de nuestra ignorancia. Y es que hay una lista de alimentos habituales para nosotros que, sin embargo, son muy nocivos para el mejor amigo del hombre.
Frutas y vegetales prohibidos
En el género Allium se incluyen cerca de 1.250 especies de plantas cuya principal característica es su fuerte sabor. Las más conocidas son las cebollas, los ajos, los puerros, las chalotas y las cebolletas. Varios componentes de estos alimentos tienen azufre, en una cantidad que para nosotros no supone un riesgo, pero que es capaz de destruir una significativa cantidad de glóbulos rojos de la sangre de nuestro perro, pudiendo llegar a provocarle anemia.
Más peligrosas aún pueden ser las uvas y las pasas, con consecuencias incluso mortales para nuestro perro en caso de que las ingieran. Lo más llamativo de esto es que las causas de su toxicidad siguen siendo a día de hoy un misterio, y solo se conoce que, si las comen, entre 24 y 72 horas después nuestro animal puede sufrir una insuficiencia renal que le acabe llevando a la muerte.
Más conocido y estudiado es el caso de la teobromina que contienen alimentos como el chocolate y el cacao. Esta es una sustancia que se encuentra en mayor cantidad tanto más negro sea el chocolate. Habitualmente se suele decir que esto puede provocar ceguera a los perros, pero no es así: la teobromina puede inducirles vómitos, taquicardias y otras insuficiencias cardíacas que pueden poner en grave riesgo a nuestra mascota.
Frutos secos, edulcorantes y bebidas energéticas
Hay que evitar a toda costa que los perros coman frutos secos, especialmente nueces y nueces de macadamia. Su consumo puede provocar un cuadro de debilidad, temblores y vómitos, y ulteriormente daños nerviosos y musculare: con solo cuatro nueces de macadamia, un perro de 30 kilogramos puede sufrir daños. Las almendras, además, pueden provocarle una pancreatitis a nuestra mascota, y otros frutos secos derivar en una obstrucción intestinal.
El café, el té y las bebidas energéticas pueden ser también sumamente dañinas, pues pueden alterar también su sistema cardíaco y nervioso originando en cuestión de horas diversos efectos similares al del chocolate: taquicardias, vómitos y agitación. Con los edulcorantes -en la mayoría de productos sin azúcares añadidos, como los chicles-, en cambio, se puede dar lo contrario: una pérdida de glucosa que lleve a convulsiones, insuficiencia hepática, el coma o la muerte.
Además de estos alimentos, hay otros a tener en cuenta, como la carne cruda de cerdo, los huesos, el aguacate, las setas, la col, las judías, el pescado crudo, el alcohol, las semillas de algunas frutas o los caramelos. Por ello, es importante siempre estar seguros de que la comida que le daremos a nuestro perro es segura para él, y en caso de duda, preguntar a un especialista que pueda aconsejarnos. También estar atentos, puesto que cualquier síntoma extraño tras ingerir una comida podría ser la señal de que necesitamos acudir a un veterinario lo antes posible.