“Intenté hablar con la FNMT (Fábrica Nacional de Moneda y Timbre) después de babear en varias ocasiones delante del cristal, a ver si me cambiaban una, pero aunque ofrecí cualquier moneda de mi colección, me dijeron que ‘si eso, ya para más adelante’. En resumen, hasta que no me saque el Euromillón, nada que hacer”. Este es el comentario que en un foro de aficionados a la numismática ha dejado un usuario que anhelaba una de las monedas españolas más valiosas que existen: sólo se acuñaron 12 ejemplares de ella, de los que cinco se encuentran en la sede de la FNMT y otra en el Museo Arqueológico. Eso quiere decir que hay seis en manos privadas... y un nuevo tesoro sale a la luz cada cierto tiempo.
Una de las últimas ocasiones llegó en 2016, cuando la casa de subastas Hervera & Soler y Llach la ofreció con un precio de salida de 130.000 euros (algunos medios afirman que se vendió por 150.000, pero otros aseguran que no encontró comprador y que se colocó un año más tarde por 90.000 euros). En cualquier caso, la conclusión está clara: la inversión en dinero antiguo causa furor porque es una de las que mejores rentabilidades ofrece.
¿Y qué tenía de particular esta moneda de 100 pesetas? La pieza data de 1870 y es una de las más emblemáticas de la numismática española. Fue acuñada durante el breve período del Gobierno Provisional establecido tras la caída de Isabel II, en un contexto de gran inestabilidad política tras la Revolución Gloriosa. Este ejemplar refleja el cambio histórico y político que marcó la transición hacia la Primera República Española. En cuanto a sus características, su material es el oro, su diámetro es de 36 milímetros y su peso de 32,25 gramos. El anverso representa una figura femenina que simboliza la soberanía nacional y el reverso muestra el escudo oficial monárquico de España en la época. Se desconoce el paradero de algunas de estas piezas.
La moneda más cara del mundo
El valor de esta moneda de 100 pesetas, sin embargo, está a años luz del de la moneda más cara del mundo: una Double Eagle de 1933, subastada en 2021 por Sotheby’s por 18,9 millones de dólares.
¿Y qué tiene de especial? Esta moneda, de 20 dólares de la época, fue diseñada por el escultor Augustus Saint-Gaudens, y causó una gran polémica porque se emitió sin el lema In God We Trust, por lo que el Congreso incluso pidió su retirada. Finalmente sí fue retirada, pero no por ese motivo, sino porque el presidente Franklin D. Roosevelt ordenó quitar del mercado todas las monedas de oro para alejarse del patrón oro y tratar de estabilizar la economía, en plena Gran Depresión.
Al año siguiente, según explica la revista Smithsonian, el director de la Casa de la Moneda de Estados Unidos ordenó la fusión de todas las monedas Double Eagles de 1933, y dos de esos ejemplares fueron entregados a la Institución Smithsonian para su colección. Sin embargo, en los años posteriores comenzaron a emerger monedas ‘ilegales’ que no habían sido entregadas a las autoridades y que se vendían al mejor postor. Así arrancó una operación de las autoridades para recuperarlas, lo que se logró... excepto en un caso. “Este es el único Double Eagle de 1933 monetizado y emitido por la Casa de la Moneda de Estados Unidos. También es el único ejemplo que el Gobierno de los Estados Unidos ha autorizado o pretende autorizar alguna vez para la propiedad privada”, dijo en 2021 el texto de la casa de subastas Sotheby’s. “Cualquier ejemplo adicional que pueda existir es, de manera similar, propiedad del Gobierno de Estados Unidos, cuya posesión es ilegal y está sujeta a incautación”. Y de ahí su valor de casi 19 millones de dólares.