Hacer un testamento no solo permite decidir el destino de los bienes, sino que también puede ser una herramienta para optimizar la carga fiscal de los herederos. En España, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD) varía considerablemente según la comunidad autónoma, la relación de parentesco entre el testador y los herederos, y el valor de los bienes heredados. Por ello, quienes planifican su testamento pueden aplicar estrategias que minimicen los impuestos que deberán pagar sus beneficiarios.
Uno de estos métodos consiste en ajustar la distribución de la herencia para reducir la base imponible y aprovechar las características progresivas del impuesto. En términos generales, a mayor valor de la base imponible, mayor será el tipo impositivo aplicado. Sin embargo, al dividir la herencia entre un mayor número de beneficiarios, la base imponible se reduce para cada uno de ellos, lo que puede traducirse en un ahorro fiscal significativo.
Dividir la herencia: más beneficiarios, menos impuestos
Un ejemplo común de esta estrategia es incluir a sobrinos como herederos en lugar de destinar toda la herencia a hermanos o hijos. Según explicaba a Infobae España, María Teresa Barea, experta en derecho sucesorio, esta práctica se fundamenta en dos aspectos clave:
- Reducción de la base imponible individual: Al repartir los bienes entre un mayor número de personas, el valor adjudicado a cada heredero disminuye, lo que afecta directamente la base imponible que se utiliza para calcular el impuesto.
- Impuesto progresivo: El ISD en España es progresivo, lo que significa que a medida que aumenta la base imponible, también lo hace el porcentaje de tributación. Al reducir el valor atribuido a cada beneficiario, se aplican tipos más bajos, disminuyendo así el total a pagar.
Sin embargo, esta táctica tiene una contraparte que debe analizarse cuidadosamente. En el caso de sobrinos, que están un grado de parentesco más alejado que los hermanos, el coeficiente multiplicador del ISD aumenta. Este coeficiente varía según el grado de parentesco y el patrimonio preexistente del heredero, penalizando más a los familiares lejanos.
¿Hermanos o sobrinos? La clave está en las cuentas
La decisión de repartir una herencia entre más beneficiarios o concentrarla en unos pocos requiere una evaluación financiera detallada. La comparación debe incluir el impacto de la reducción de la base imponible frente al aumento del coeficiente multiplicador por el grado de parentesco.
Por ejemplo, si un testador tiene un único hermano y varios sobrinos, podría considerar dividir la herencia entre estos últimos. Aunque los sobrinos pagan un coeficiente más alto debido a su parentesco, la base imponible más baja que les correspondería podría compensar este aumento, resultando en un ahorro global. En cualquier caso, la decisión depende del valor total de la herencia y las legislaciones específicas de la comunidad autónoma donde se liquide el impuesto.
Beneficios adicionales de planificar el testamento
Además de optimizar la carga fiscal, hacer un testamento tiene otras ventajas importantes:
- Evitar conflictos familiares: Repartir los bienes según los deseos del testador reduce las disputas entre herederos.
- Aprovechar bonificaciones autonómicas: Algunas comunidades autónomas ofrecen bonificaciones significativas en el ISD, especialmente para descendientes directos y cónyuges.
- Integrar cláusulas específicas: Un testamento permite añadir condiciones, como legados o derechos de uso y disfrute, que pueden beneficiar a ciertos familiares sin necesidad de que sean herederos universales.