Un bocadillo de atún generó el caos en el vuelo de Jet2 LS1609 del pasado 3 de noviembre, que despegó del aeropuerto de Stansted, en Londres, rumbo a Bodrum, en Turquía. La protagonista fue una mujer de 79 años, que al llegar a su destino y aterrizar fue recibida por la policía porque se negó a pagar nueve libras por un “rollo de atún congelado”. Los agentes iban armados. “Llamaron a la policía. No a uno… sino a cuatro policías al final, en la puerta. Estaba en shock, le decía a la gente: ‘Creo que me han arrestado por un sándwich’”, explico en declaraciones a la BBC Radio.
El problema fue que la mujer, de nombre Lily, se negó a abonar el importe del bocadillo por las condiciones en las que se lo entregaron. Sin embargo, la aerolínea insistió en qué debía hacerlo porque ya había abierto el envoltorio. Y no solo eso, sino que, según Jet2, Lily mostró un “comportamiento disruptivo a bordo, incluido el consumo no autorizado de su propio alcohol que había traído a bordo”, algo que Lily negó. En cambio, sí reconoció que tanto ella como su hija se habían comprado dos vinos cada una.
Una vez en la pista de aterrizaje, ningún pasajero pudo salir del avión, sino que se les pidió a los pasajeros que permanecieran en sus asientos, mientras que a Lily y a su hija se les pidió que se dirigieran a la salida. Lily, que no quiso dar su nombre completo, les explicó que había dormido durante la mayor parte del vuelo, pero que le resultó “muy estresante” que la tripulación de cabina la despertara constantemente para preguntarle si podía pagar el bocadillo de atún.
Pese al espectáculo, una vez que Lily y su hija enseñaron sus pasaportes a los oficiales, les dejaron que se fueran. “Fue horrible”, apuntó Lily. “Creo que están muy avergonzados por este sándwich, por la policía y por la forma en que nos trataron”, aseguró. Y agregó que la tripulación era la que se había comportado “de manera repugnante” y les había molestado “durante todo el vuelo”. Posteriormente, su hija envió un correo electrónico a la compañía área para lamentar “lo perturbador que había sido”.
La versión de la aerolínea: “Tuvo un comportamiento disruptivo”
Por la otra parte, un portavoz de Jet2 aseguró, según recoge la BBC, que el comportamiento de su clienta fue “disruptivo”, e insisten en que consumió alcohol no autorizado que llevaba ella a bordo en su equipaje de mano. “Como resultado, la policía recibió a la aeronave a su llegada a Bodrum para escoltarla a ella y a su hija fuera del avión”.
Desde Jet2 han tratado de defenderse ante este acontecimiento. “Como aerolínea familiar, adoptamos una política de tolerancia cero ante este tipo de comportamiento y dejamos muy claro que los clientes no pueden consumir su propio alcohol durante los vuelos”. Y añadieron: “Siempre apoyaremos a nuestra tripulación en los casos en que sean objeto de un comportamiento grosero o desagradable, priorizando la seguridad y la comodidad de todos los pasajeros y la tripulación”.