Cada año se realizan en todo el mundo millones de cirugías estéticas, y aunque conllevan una serie de riesgos, como el resto de procedimientos quirúrgicos, existe una mayor libertad con respecto a quién puede realizarlas y en qué lugares. Esto provoca que en ocasiones se produzcan malas praxis y algunos pacientes sufran complicaciones durante la intervención, que pueden provocarles problemas de salud o incluso la muerte.
Recientemente, se ha conocido la noticia de una joven italiana de 22 años que falleció tras someterse a una cirugía de remodelación de la nariz: Agata Margaret Spada había conocido a través de la red social de TikTok un cirujano plástico que prometía realizar esta operación estética de una forma “mínimamente invasiva”, en “solo 20 minutos” y sin cicatrices. Por ello, el 4 de noviembre la joven viajó desde Sicilia hasta Roma con su novio para practicarse la rinoplastia.
Pese a que la cirugía prometía ser bastante sencilla, Margaret no volvió a salir del quirófano: antes de comenzar la intervención, y tras administrarle la anestesia, comenzó a sentirse mal, perdió el conocimiento y los médicos intentaron reanimarla hasta que los servicios de emergencia llegasen para trasladarla desde la clínica al Hospital Sant’Eugenio. Tres días después falleció.
Las autoridades aún están investigando el caso para esclarecer los hechos y, tras la autopsia, comprobar si Margaret sufrió una reacción alérgica a la anestesia o fue otra sustancia la que le causó la muerte. Entre las pruebas, se encuentra un vídeo grabado por la propia pareja de Margaret, que fue avisado de que algo había salido mal y pudo entrar a la sala de operaciones en la que se encontraba su novia, en un estado preocupante.
El lugar donde se realizó la operación ha sido cerrado temporalmente y se ha abierto una investigación contra dos médicos por homicidio imprudente. Además, no se encontraron el historial médico, el registro de la operación ni el consentimiento informado de la paciente, lo que podría agravar la situación de los acusados con cargos administrativos. Sin conocerse aún qué falló en la operación que causó la muerte a Margaret, su familia y los vecinos de la localidad en la que residía se encuentran consternados: “Era su sueño y lamentablemente no lo realizó. Fue una pequeña operación bajo anestesia. Esperemos para entender mejor lo que pasó”.
“A esta chica no la conocemos”
Mientras se esperan los resultados de la autopsia, nuevos testimonios desmontan la reconstrucción de los hechos realizada hasta ahora. Una asistente del cirujano acusado de la negligencia explicó en Storie Italiane, un programa de televisión de la cadena Rai 1, que este no es el verdadero autor que provocó la muerte de la joven: “Están culpando a cirujanos que no tienen absolutamente nada que ver con toda esta historia, nos están haciendo perder muchas cirugías en la clínica. ¡Él no es en absoluto el médico que la operó!”.
Esta situación, según asegura la asistente, está provocando numerosas pérdidas en el negocio: “El médico está bastante molesto porque esta mañana recibimos más de 200 llamadas de cancelaciones”. Aunque la investigación sigue en marcha para comprobar qué falló en el procedimiento de Margaret y qué médicos estuvieron implicados, la asistente que compareció por teléfono en el programa televisivo alegó que no fue en su clínica donde se cometió la negligencia: “A esta chica no la conocemos y, a través de mis conocidos de Sant’Eugenio, supe que tenía otras patologías. La operación ni siquiera había comenzado, entonces algo pasó durante el proceso de la anestesia”.