Cuando una persona fallece dejando una hipoteca pendiente, la carga financiera de esa deuda no desaparece. Si el inmueble hipotecado forma parte de la herencia, los herederos deben asumir tanto los derechos como las obligaciones relacionadas. Pero, ¿qué ocurre cuando la hipoteca era compartida o los herederos son varios? Esta situación plantea dudas legales y financieras que es importante entender para tomar decisiones informadas.
En España, heredar una hipoteca implica aceptar la herencia del fallecido, lo que conlleva tanto los bienes como las deudas pendientes. Según el Código Civil, los herederos son responsables de las obligaciones del causante hasta el valor de los bienes heredados, salvo que hayan aceptado la herencia a “beneficio de inventario”, lo que limita su responsabilidad a la masa hereditaria y protege su patrimonio personal.
Si varios herederos aceptan la herencia, la deuda hipotecaria se reparte proporcionalmente según su cuota hereditaria. Por ejemplo, si hay tres herederos con partes iguales, cada uno deberá asumir un tercio de la deuda. No obstante, los acreedores tienen derecho a reclamar el pago completo a cualquiera de ellos, ya que la responsabilidad es solidaria, aunque luego los herederos puedan reclamar entre sí el reparto correspondiente.
Cuando la hipoteca es compartida con otra persona
Si el fallecido compartía la hipoteca con otra persona, como un cónyuge o un socio, esa persona sigue siendo responsable de su parte del préstamo. En estos casos, la entidad financiera recalculará los pagos según los términos del contrato inicial y la capacidad del cotitular para seguir pagando.
Los herederos, por su parte, asumirán únicamente la parte del préstamo correspondiente al fallecido. Sin embargo, es común que los bancos soliciten garantías adicionales para asegurarse del cumplimiento de la deuda, especialmente si los herederos no tienen ingresos suficientes para cubrir los pagos.
Opciones disponibles para los herederos
Heredar una hipoteca puede ser un desafío, pero existen varias opciones legales y financieras que los herederos pueden considerar:
- Aceptar la herencia y la deuda: Los herederos pueden optar por asumir la hipoteca y continuar con los pagos pendientes. En este caso, deberán coordinarse con la entidad financiera para regularizar la titularidad del préstamo y establecer las condiciones de pago.
- Aceptar la herencia a beneficio de inventario: Esta opción permite a los herederos proteger su patrimonio personal. Si la deuda hipotecaria supera el valor de la herencia, los herederos no tendrán que responder con sus propios bienes.
- Renunciar a la herencia: Si la carga financiera de la hipoteca es excesiva o la herencia incluye más deudas que bienes, los herederos pueden renunciar a ella. Esta decisión debe formalizarse ante notario y libera a los herederos de cualquier obligación relacionada con la hipoteca.
- Negociar con el banco: En algunos casos, los herederos pueden llegar a un acuerdo con la entidad financiera para modificar las condiciones del préstamo, como ampliar el plazo de amortización o renegociar el interés, con el fin de reducir los pagos mensuales.
- Vender el inmueble: Otra alternativa es vender la vivienda hipotecada. El importe de la venta puede utilizarse para cancelar la deuda pendiente, y cualquier excedente será repartido entre los herederos. Sin embargo, esta opción depende del estado del mercado inmobiliario y de la existencia de compradores interesados.
Si el fallecido contrató un seguro de vida vinculado a la hipoteca, la aseguradora puede cubrir total o parcialmente la deuda pendiente. En este caso, los herederos quedarán liberados de la carga financiera, aunque es importante revisar las condiciones del seguro para confirmar su cobertura.