La localidad de Rochechouart, en Alto Vienne (Francia), está asombrada por el espeluznante descubrimiento en uno de los edificios. Un contratista al que se le había encargado la reforma del edificio ha encontrado, por accidente, unos huesos humanos en el techo.
Inmediatamente, el obrero se puso en contacto con la policía francesa, que ha acudido al lugar con un equipo de técnicos en identificación criminal y tres médicos forenses, según ha informado Femme Actuelle.
Según ha relatado el trabajador, los restos humanos estaban situados en una zona de muy difícil acceso, “casi inalcanzable para un no iniciado”, lo que hizo imprescindible la actuación del GRIMP (Grupo de Intervención en Ambientes Peligrosos). Al parecer, un lugar estupendo para esconder un cadáver.
Aunque aún no se ha identificado el nombre de la víctima, se maneja la hipótesis de que podría ser una mujer desaparecida hace ya dos años en la misma ciudad.
¿Qué guio a los investigadores hasta esa idea?
Son muchas las incógnitas que rodean a este descubrimiento. Cabe destacar que la investigación se encuentra en una fase donde no hay nada que confirme la identidad de la víctima.
Por un lado, las investigaciones del cuerpo forense han confirmado que los primeros análisis han corroborado que se trata del cuerpo de una mujer. Y por otro, una mujer que vivía en el mismo lugar desapareció, reforzando así la idea de un vínculo entre los dos casos.
La hipotética víctima desapareció en enero de 2022, hace casi dos años. En aquel momento, se inició una investigación para buscar a la mujer por toda la región. Según antiguas informaciones, la mujer andaba con muletas, un detalle que la hacía especialmente reconocible.
Desafortunadamente, no surgieron pistas y el caso cayó rápidamente en el olvido. Lo único que a día de hoy está en manos de la policía es la investigación para “buscar las causas de la muerte”, que se ha confiado a la brigada comunitaria de Saint-Junien.
Por otro lado, los huesos humanos han sido trasladados al Instituto Forense de Limoges para analizarlos con mayor profundidad.
Casos similares
No es el primer caso que la policía francesa se encuentra de este modo. En Mosela, Erstroff (noreste de Francia), hace poco menos de dos semanas, una pareja que había comprado una nueva casa se ha encontrado con los huesos humanos de un hombre mientras hacían obras para reformarla.
El esqueleto, de un hombre de 81 años, fue encontrado en una habitación que no había aparecido nunca en los planos de la casa.
Del mismo modo, el octogenario, que era el dueño de la casa, había desaparecido años atrás, en 2009. A diferencia del nuevo caso, el fiscal de Sarreguemines, Oliver Glady, ha explicado que la operación de búsqueda del octogenario se dio por finalizada en 2016, tras no hallar pistas que ayudaran a encontrar el paradero del hombre, por lo que la casa fue puesta a la venta.
Al parecer, por las condiciones del lugar donde se encontró el cadáver, “todo hace indicar que se trató de un suicidio”, ha indicado el fiscal Glady, tras haber aclarado que junto a los restos se encontró una cuerda colgada.