Entender a fondo una nómina salarial es crucial para saber si realmente estás recibiendo el pago que te corresponde. Los distintos conceptos y cifras que figuran en ella —desde los devengos hasta las deducciones— pueden parecer un lenguaje técnico difícil de descifrar, pero conocer su significado te permitirá evitar malentendidos, y además te ayudará a evitar sorpresas indeseadas al momento de presentar la declaración de la Renta.
La antigüedad: ¿Cuánto tiempo llevas en la empresa?
Uno de los primeros datos a revisar en tu nómina es la antigüedad en la empresa, que generalmente aparece en la parte superior del documento. Este dato es clave, ya que tu permanencia en el puesto puede influir directamente en el cálculo de tu salario, sobre todo si tu contrato incluye incrementos salariales por antigüedad. Estos incrementos se aplican en función del tiempo trabajado y suelen estar establecidos en los convenios colectivos de cada sector.
Es importante verificar que la fecha de ingreso que aparece en la nómina coincida con la fecha real en la que comenzaste a trabajar en la empresa. Un error en esta sección podría ser simplemente administrativo, pero si no se corrige, podrías estar dejando de percibir una parte de tu salario o beneficios adicionales que se te deben por el tiempo de servicio. En caso de discrepancia, es fundamental que hables con el departamento de Recursos Humanos para rectificar la fecha y asegurar que tu salario se ajusta a tu antigüedad real.
La categoría profesional: ¿Se corresponde con tus funciones?
Otro aspecto esencial a revisar es la categoría profesional que se te ha asignado en la nómina. La categoría profesional debería reflejar tu rol y las responsabilidades que asumes dentro de la empresa, ya que de ella depende en gran medida la escala salarial que se te aplique. Esta información también suele aparecer en la parte superior de la nómina, cerca de los datos de antigüedad.
Por ejemplo, si realizas funciones de supervisor o gestor, pero en la nómina aparece que eres un “auxiliar” o “asistente”, la empresa podría estar pagándote menos de lo que correspondería para tus funciones reales. Esto se debe a que cada categoría está asociada a un nivel salarial específico en el convenio colectivo, que establece tanto las responsabilidades como el salario mínimo para cada tipo de puesto. Si detectas que la categoría profesional que figura en tu nómina no se ajusta a las tareas que realizas, es recomendable que lo consultes con el área de Recursos Humanos para una posible rectificación, ya que podrías estar perdiendo ingresos.
Salario bruto y salario neto: La diferencia que debes conocer
El tercer aspecto crucial de tu nómina es la distinción entre salario bruto y salario neto, ya que ambos términos representan cifras distintas y con impactos diferentes en tu pago real. El salario bruto es la cantidad total que percibes antes de las deducciones de impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social, mientras que el salario neto o “salario líquido” es lo que finalmente recibes en tu cuenta bancaria después de estas deducciones.
Es fundamental fijarte en el salario bruto, ya que este es el importe que se toma en cuenta para determinar si tu salario se ajusta a los mínimos establecidos en el convenio colectivo de tu sector. Además, el salario bruto suele incluir bonificaciones o incentivos, y es la base sobre la cual se calculan los descuentos del IRPF y la Seguridad Social. De hecho, al salario bruto se le aplican diferentes deducciones: por un lado, las cotizaciones a la Seguridad Social, que cubren prestaciones como la jubilación o el desempleo, y por otro, el IRPF, un porcentaje que varía en función de tu nivel de ingresos y que puedes ajustar si deseas pagar más o menos en cada nómina.
Verifica que la cantidad correspondiente a las retenciones de IRPF sea la correcta según tu situación personal y tu nivel de ingresos, ya que este porcentaje influye directamente en tu declaración de la Renta. Una retención demasiado baja podría llevarte a pagar más en la declaración anual, mientras que una alta retención puede reducir drásticamente tu salario líquido mensual. En caso de dudas, es aconsejable consultar con un asesor laboral para calcular el porcentaje de IRPF adecuado para tu caso.