Los analistas aconsejan a los afectados por la DANA que sólo rescaten sus planes de pensiones en caso de “verdadera necesidad”

Los partícipes pueden recuperar durante seis meses hasta 10.800 euros del dinero acumulado en sus planes

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Fotografía de una de las
Fotografía de una de las calles de Paiporta tras el paso de la DANA. EFE/ Manuel Bruque.

Entre las medidas aprobadas por el Gobierno para ayudar a los damnificados por la DANA se encuentra la posibilidad de rescatar durante los próximos seis meses hasta 10.800 euros acumulados en sus planes de pensiones para cubrir “necesidades sobrevenidas de liquidez”. Ante esta posibilidad los analistas recomiendan prudencia y que los partícipes sólo saquen ese dinero si “verdaderamente lo necesitan”, ya que un rescate anticipado podría mermar los rendimientos obtenidos en el momento de la jubilación.

Para acogerse a esta medida, los afectados por la DANA tienen que cumplir una serie de condiciones entre las que destaca que sean titulares de explotaciones agrarias, forestales o ganaderas, establecimientos mercantiles, industriales y de servicios, locales de trabajo y similares, situados en los municipios afectados por las inundaciones y que hayan sufrido daños.

También podrán rescatar parte del capital los autónomos que se vean obligados a suspender o cesar en su actividad, además de los trabajadores afectados por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) de empresas con domicilio de actividad en los municipios incluidos en el ámbito geográfico de aplicación de las medidas. A los que se suman todos los que han perdido su vivienda habitual o han sufrido daños en ella o en sus enseres.

El Director General de Salud Pública, Pedro Gullón, sobre las posibles consecuencias sanitarias de la DANA (Ministerio de Sanidad)

Seis días para recibir el dinero

Las gestoras de planes de pensiones deberán reembolsar este dinero en un plazo máximo de siete días hábiles desde que el partícipe presente la documentación acreditativa completa. En el caso de los planes de pensiones de empresa, el plazo se ampliará hasta treinta días hábiles.

La patronal de los fondos de inversión Inverco se ha comprometido a cumplir estos plazos y ha expresado su “solidaridad” y su disposición a brindar la “máxima disponibilidad” para gestionar el rescate de los planes de pensiones, “con el fin de que los participes que lo requieran puedan disponer rápidamente de la liquidez necesaria para hacer frente a estas difíciles circunstancias”, ha señalado en un comunicado.

No es la primera vez que los planes de pensiones se convierten en tabla de salvación de damnificados, ya ocurrió con el Covid-19 y con el volcán e la Palma, lo que, según Inverco, “pone de manifiesto la necesidad de estimular el ahorro en planes de pensiones, que además de servir para hacer frente a la jubilación como finalidad principal, permiten una cobertura adicional para la población en situaciones tan difíciles como las que actualmente están afrentado los vecinos de las zonas afectadas” por la DANA.

Planes, la tabla de salvación en el Covid, el volcán y la DANA

Antes de rescatar parte del capital de los planes, los analistas recomiendan a los damnificados por la DANA que solo lo hagan en caso necesario, ya que al tratarse de un ahorro finalista destinado a complementar la pensión de jubilación, la retirada de parte de ese capital reduciría la rentabilidad que se conseguiría al cumplir la edad de retiro.

“Al rescatar un plan de pensiones perdemos la posibilidad de seguir generando rentas que nos ayuden a aumentar nuestra capacidad económica. Por ello, en mi opinión, salvo caso de necesidad, creo que el rescate de los ahorros debe dejarse para el momento de la jubilación”, indica Sergio Ortega, analista de Vdos.

Isabel Casares, secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones (Ocopen), está en la misma línea y considera que “para quienes no necesiten el dinero de inmediato o prefieran mantener su ahorro fiscalmente protegido, rescatarlo podría no ser la mejor idea”. Cree que cree que “para personas con necesidades inmediatas de liquidez o sin otros fondos disponibles, el rescate podría ser una opción”.

También Enrique Devesa, profesor de la Universidad de Valencia e investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), incide en que “rescatar puede que no tenga sentido, excepto para hacer frente a una necesidad perentoria”.

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