Kiko Matamoros es el protagonista de la primera entrega de Chico de revista, el pódcast que el periodista Arnau Martínez ha estrenado este jueves 14 de noviembre. En su entrevista, el colaborador de Ni que fuéramos shhh ha abordado aspectos de su vida como su salida de Mediaset, su trabajo actual en Canal Quickie o su matrimonio con Marta López, y no ha podido evitar romperse al recordar los abusos sexuales que sufrió en su infancia.
Refiriéndose a la entrevista que dio hace dos años a El Mundo y en la que reveló las situaciones que había vivido en el colegio Sagrado Corazón de Madrid, Matamoros ha asegurado arrepentirse de algunas cosas que confesó: “No me gustan muchas cosas de las que dije, porque le causé un daño a terceros a los que quiero muchísimo”, comenta.
A pesar de ello, el invitado habla abiertamente de los abusos “físicos y psicológicos” que sufrió en el colegio y, según afirma, también en su casa. “Eso no lo perdono, lo asumes. Al final hay gente a la que todo eso le ha condicionado la vida, le ha destrozado la vida, se le ha volado, gente que encima ha vivido eso con un sentimiento de culpa. Condiciona tu comportamiento con respecto de todo, no solo en lo sexual, es un problema psicológico que condiciona tu personalidad”, apunta.
Sobre cómo le ha podido influir a él su caso, responde: “No sé valorar hasta qué punto me ha podido producir un rechazo hacia determinadas actitudes, tampoco creo que pueda saberlo. Me ha condicionado la personalidad, incluso mi sexualidad. Y mi felicidad también, durante un tiempo viví atormentado”. Además, el colaborador no puede contener las lágrimas al referirse a su niñez: “La infancia es un espacio sagrado, eso sí que es sagrado o debería serlo y es nuestra patria, ahí están nuestras raíces, ahí nos hacemos persona y es muy complicado”, dice con la voz rota.
“‘De Viernes’ destroza familias”
Pese a la abrupta cancelación de Sálvame y el veto a sus colaboradores en Mediaset, Kiko Matamoros tiene palabras de agradecimiento hacia la cadena: “Son más de 20 años de mi vida trabajando en Mediaset y soy agradecido a la gente que me ha dado la oportunidad de ganarme la vida y no solo a mí, a los míos también”.
Aunque niega que cargue contra la compañía, sí reitera sus críticas a la forma en que se les despidió. “Yo comenté que nos habían echado, que es la realidad. No solo nos habían echado, nos habían matado como personajes. No existimos. Sé que hay gente que ha ido a un programa, me ha nombrado y no le han vuelto a llevar”, asevera.
Sobre el giro de la cadena hacia un contenido más familiar, motivo por el que se decidió acabar con Sálvame, afirma: “No he entendido esa política y así se lo he hecho ver a algún responsable cuando he coincidido. Se hace una apuesta por un nuevo tipo de televisión más light, pero es muy feo enterarte de que estás muerto por la prensa”.
Además, Kiko critica duramente al programa De Viernes: “Como todos sabemos, no es un programa ni blanco ni familiar, todo lo contrario. Familiar en el sentido de que destroza familias. Luego las une con pegamento del chino”, espeta, censurando “que me vendan un modelo de televisión que luego siguen con él, y es el único programa que les funciona, por algo será”.
“Marta puso mi vida patas arriba”
Finalmente, Matamoros habla de su matrimonio con Marta López Álamo. “Es el mundo en el que vivo, mi espacio. Ocupa mi vida, mis decisiones las tomo pensando en ella. Somos dos personas que han entendido la relación como que somos complementarios”, asegura.
“La quiero mucho. Ha significado muchísimo para mí. Yo no tenía intención de tener una relación seria con nadie y llegó ella y me la puso patas arriba”, agrega Kiko, que se muestra indiferente con las críticas sobre la diferencia de edad, las cuales reconoce que ahora se han aminorado: “Yo creo que se han cansado, la gente es muy pesada”.
En cuanto a su deseo de ser padre junto a Marta, el colaborador insiste en ello. “Cada vez que veo a mi nieto, digo ‘madre mía, si este fuera mío’”, expresa con una sonrisa. Y sentencia: “Hay gente que cuestiona la paternidad a determinada edad y les entiendo, pero cuando el hombre está biológicamente capacitado para serlo, será por algo”.