Pocos lo saben, pero en España los médicos no son los únicos capaces de prescribir medicamentos. Las enfermeras han ido adquiriendo poco a poco esta competencia. Desde el año 2020, el Ministerio de Sanidad ha publicado nueve guías para la indicación, uso y autorización de dispensación de alimentos para algunas afecciones sanitarias muy comunes, pero poco graves.
Así, las enfermeras pueden recomendar medicamentos como ibuprofeno y paracetamol, además de tratamientos para condiciones como la diabetes, quemaduras e incluso la cistitis. Estas guías han sido fundamentales para ampliar el rol de las enfermeras en el sistema de salud, permitiéndoles asumir responsabilidades que tradicionalmente recaían en los médicos.
Sin embargo, no han sentado bien en todos los colectivos. Varias asociaciones sanitarias se han posicionado en contra en varias ocasiones de ceder esta competencia a las enfermeras, pese a que muchas de ellas ya la ejercían en su día a día, pero sin un respaldo legal. Médicos y farmacéuticos han sido algunos de los colectivos que han protestado por la publicación de etas guías y han anunciado que las recurrirán ante la justicia.
Los medicamentos que prescriben las enfermeras
- Heridas: desde octubre de 2020, se permite a las enfermeras la dispensa de analgésicos locales, corticoides y otros tratamientos ante heridas crónicas (lesiones por presión, por humedad, úlceras), heridas agudas como las quemaduras y otras patologías asociadas, como el dolor. Algunos de los fármacos recogidos en esta primera guía incluyen antibióticos.
- Hipertensión y diabetes: en junio de 2022, se autorizó a las enfermeras la dispensa de medicamentos para la hipertensión y la diabetes mellitus tipo 1 y tipo 2. Diuréticos, bloqueantes selectivos e inhibidores de la ECA son algunos de los fármacos que entran dentro de esta guía.
- Quemaduras: en julio de 2022, se aprobó una guía específica para el tratamiento de quemaduras y/o secuelas de quemaduras “cualquiera que sea su entidad o etiología”. En este documento se incluyen bromelaínas, corticosteroides y antiinflamatorios, entre otros.
- Ostomías: las enfermeras también pueden tratar ostomías, un tipo de aberturas artificiales que se utilizan para tratar ciertas enfermedades de los sistemas digestivos y urinarios. Con estos procedimientos, se permite el paso de orina y heces. Se permite el tratamiento de estomas de alimentación (gastronomías y yeyunostomías), de eliminación (colostomías, ileostomías y urostomías), de ventilación (traqueostomías) y estomas temporales o definitivos. Se incluyen en esta guía fármacos como el lactitol, el macrogol, el bifoazol o la mupirocina.
- Anticoagulación oral: se permite a las enfermeras prescribir acenocumarol, warfarina y fitomenadiona para personas que precisan tratamiento con anticoagulante oral antivitamina K “para prevenir la aparición de efectos tromboembólicos y de complicaciones y que después de prescripción médica y tras estabilización de la dosis de mantenimiento, precisa de un seguimiento colaborativo por parte del profesional de enfermería”.
- Fiebre: para el tratamiento de la fiebre, pueden recetar ibuprofeno y paracetamol.
- Anestésicos locales: se permite a las enfermeras prescribir fármacos ante procedimientos diagnósticos o terapéuticos que requieren del uso de anestésicos locales. Están incluidas la bupivacaína, lidocaína, mepivacaína, tetracaína, combinaciones de amidas, combinaciones con bupivacaína, asociaciones de tetracaína con nafazolina y asociaciones de tetracaína con oxibuprocaína.
- Deshabituación tabáquica: ante la adicción al tabaco, las enfermeras pueden recetar vareniclina y citisiniclina.
- Infección de tracto urinario no complicada en mujeres adultas: desde agosto de 2024, las enfermeras pueden tratar infecciones como la cistitis en mujeres adultas, siempre que no sean graves. Pueden recetar fosfomicina tromtamol (fármaco de referencia y de primera elección) y nitrofurantoína.