La vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se someterá este martes al examen de la Eurocámara como vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea responsable de Transición Justa y Competitiva, y además con la poderosa cartera de Competencia. La audiencia durará alrededor de tres horas y las respectivas comisiones parlamentarias determinarán si es apta o no para el puesto. En este tipo de audiencias, por norma general, suelen tratarse aspectos puramente técnicos que tienen que ver con el campo en el que trabajarán, su independencia partidista o posibles conflictos de intereses. Pero el PP español ha presionado a sus socios europeos para añadir entre sus preguntas aspectos relacionados con la política nacional, entre ellos su gestión en el Gobierno durante el desastre de la DANA en Valencia.
“Nosotros hemos dicho ya hace mucho tiempo que considerábamos que la señora Ribera no era la mejor candidata y no era la persona competente para desempeñar esta alta responsabilidad, y nuestros compañeros en Europa tienen esta misma información también”, adelantó este lunes el portavoz del PP, Borja Sémper.
Este martes será una jornada maratoniana, donde cinco comisarios más se someterán a las audiencias (Cohesión, Asuntos Exteriores, Asuntos Sociales, Industria y Soberanía Tecnológica). Ribera será la última en examinarse, ya que su audiencia no llegará hasta las 18:30 de la tarde y finalizará alrededor de las 21:30 horas. Ante el temor de que haya ‘rehenes políticos’ si se rechaza a algún candidato, los grandes grupos han sellado un acuerdo en la última hora del lunes por el que se llevará a cabo una evaluación en bloque al final del día, en lugar de evaluar a los comisarios por orden como ha marcado la tradición. Un gesto que debilita la maniobra de la delegación popular española.
El ‘efecto mariposa’ que juega en contra de von der Leyen
Esto también reducirá la tensión frente a lo que podría suceder esta mañana con el candidato italiano Raffaele Fitto, de los Conservadores y Reformistas, que comparece a primera hora de la mañana y cuyo suspenso podría desencadenar un efecto dominó que tumbe de igual manera a Ribera. Los socialistas europeos han mostrado cierto rechazo, pero son conscientes de que los vetos cruzados significarán retrasar los plazos en un momento en el que la Unión Europea tiene prisa por arrancar, especialmente después de anunciarse el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
En el caso de que Fitto suspendiese en su primera evaluación y no llegue a una mayoría de dos tercios, será necesario que conteste a preguntas por escrito, sometiéndose después a una segunda votación en la que bastaría con alcanzar una mayoría simple. Este aspecto es importante, ya que el apoyo de los populares, junto con el de los conservadores y reformistas, sería suficiente para alcanzar dicha mayoría. Pero no es el caso de Ribera, que sí o sí necesitaría el apoyo de la primera fuerza en la Eurocámara.
El pasado viernes, el líder del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo, trasladó al presidente del PPE Manfred Webber su posición crítica sobre la idoneidad de la vicepresidenta del Gobierno. Fuentes del PPE consultadas por el diario El Mundo, manifestaron su preocupación “por la desaparición de Ribera durante la crisis de la DANA”.
El escenario de bloqueo es improbable, ya que Ribera fue designada a petición de la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como pieza fundamental en el pacto de gobierno entre socialistas y populares. Un ‘no’ a Ribera provocaría que los primeros votasen en contra del Colegio de Comisarios en su conjunto en las posteriores votaciones en el Parlamento Europeo, lo que a su vez conlleva tumbar a von der Leyen y a una comisión con mayoría del Partido Popular Europeo. Fuentes socialistas consultadas por Infobae España prefieren no hacer comentarios al respecto de un posible bloqueo, ya que afirman estar trabajando en las audiencias.