Masticar es un comportamiento canino completamente natural que no solo ayuda a los perros a limpiarse los dientes y ejercitar sus mandíbulas, sino que también es una fuente inagotable de entretenimiento. Es útil y divertido, así que no es realista esperar que no saque a la luz este comportamiento instintivo. De hecho, cuando son cachorros es probable que intenten masticar todo tipo de objetos.
Al morder consiguen aliviar el dolor que les produce la dentición. Por eso, aunque una de estas mascotas esté completamente desarrollada, todavía recuerda el disfrute que le produce usar los dientes. Pero, si ha recibido una buena educación en sus primeros meses de vida, será más fácil que no muerda lo que no debe cuando sea adulto. Si aprenden que los zapatos no son juguetes para masticar, es posible que nunca intenten roer uno. Pero, ¿por qué muerden nuestras cosas?
Por qué muerden muebles
Loa zapatos, los calcetines o cualquiera de las prendas que usamos, así como los objetos que tocamos con frecuencia les brindan información olfativa y el olfato manda en el mundo de los perros. Pero, ¿qué pasa con los muebles? Según el American Kennel Club, un registro de pedigrí de perros de raza en Estados Unidos, un perro estresado o aburrido se acerca a algo que tiene a mano y a la altura de la boca. La textura también puede influir. El plástico y la madera son firmes, pero es probable que tengan suficiente elasticidad para un bocado satisfactorio. Sin embargo, la masticación destructiva, como alrededor de los marcos de las ventanas o puertas, “puede ser un signo de ansiedad por separación”.
Qué hacer para que no muerdan lo que no deben
El primer paso para lidiar con la masticación inapropiada es darles alternativas adecuadas. Puedes animarle a morder los juguetes que les compres. No obstante, si después de probar esta opción sigue masticando artículos domésticos, puedes rociarlos con aerosoles de sabor amargo pueden ayudar a disuadirle. Se pueden impregnar los zócalos, los muebles y los otros artículos inamovibles todos los días durante al menos tres o cuatro semanas. Eso debería ser suficiente para romper el hábito.
Más de 286.000 perros y gatos abandonados en España al año
Cada año, más de 286.000 perros y gatos son abandonados en España, según un estudio reciente de la Fundación Affinity, que se basa en datos de 2023 sobre los animales recogidos por las protectoras. Esta cifra se mantiene estable desde hace cuatro años, lo que subraya la persistencia de este problema a pesar de las campañas de concienciación y las nuevas leyes de bienestar animal. Por tipo de mascota, los datos señalan que un 60% corresponden a perros (170.712 recogidos) y un 40% a gatos (115.970). Cerca de la mitad encuentran un nuevo hogar de adopción, mientras que el resto pasan a casas de acogida, permanecen en los refugios, son devueltos a sus propietarios anteriores, son cedidos a otras entidades o fallecen.