Para quienes se acercan a la edad de jubilación en España, una de las principales preocupaciones es saber si han cotizado el tiempo necesario para acceder a una pensión contributiva. En el Régimen General de la Seguridad Social, el periodo mínimo exigido para obtener una pensión de jubilación es de 15 años (5.475 días). No obstante, si no se alcanza este requisito, existen otras alternativas y ayudas para quienes no reúnen este periodo mínimo de cotización.
La pensión contributiva de jubilación en el régimen general requiere 15 años de cotización como mínimo, de los cuales al menos 2 deben estar comprendidos dentro de los 15 años inmediatamente anteriores al momento de solicitar la jubilación. Para aquellos que cumplan con este requisito pero no hayan superado los 37 años y 9 meses de cotización (en 2023), la edad de jubilación se sitúa en 66 años y 4 meses. En cambio, si se ha alcanzado el periodo completo de cotización, la jubilación puede solicitarse a los 65 años. La pensión de jubilación con 15 años cotizados ofrece un 50% de la base reguladora, una cantidad que puede completarse con el complemento a mínimos en caso de no alcanzar el importe de la pensión mínima, siempre que el solicitante cumpla los límites de ingresos establecidos.
Para quienes no logran alcanzar el umbral de 15 años cotizados, no es posible acceder a una pensión contributiva de jubilación, pero pueden solicitar otro tipo de prestaciones, como la pensión no contributiva o el Ingreso Mínimo Vital, siempre que cumplan con los requisitos para cada caso.
Pensión no contributiva de jubilación
La pensión no contributiva de jubilación está diseñada para aquellas personas que no alcanzan los 15 años de cotización y carecen de los recursos económicos necesarios para su subsistencia. Este tipo de prestación es una ayuda de carácter asistencial que proporciona una cuantía económica mensual fija, que depende de los ingresos y del número de personas que convivan en el mismo domicilio. En 2023, el importe máximo anual de la pensión no contributiva es de aproximadamente 6.784 euros, lo que se traduce en unos 484 euros al mes. Sin embargo, este monto puede ajustarse si el beneficiario convive con otras personas que también perciban ingresos.
Para acceder a la pensión no contributiva de jubilación, el solicitante debe cumplir con los siguientes requisitos:
- Edad mínima de 65 años al momento de la solicitud.
- Residencia en España durante al menos 10 años, de los cuales 2 deben ser inmediatamente anteriores a la solicitud.
- Cumplir con los límites de ingresos establecidos, los cuales varían en función de la situación familiar.
La solicitud de esta pensión puede realizarse en las oficinas de los servicios sociales de cada comunidad autónoma o a través del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO).
Ingreso Mínimo Vital y otras ayudas sociales
Otra opción para quienes no cumplen con los años mínimos de cotización y enfrentan dificultades económicas es el Ingreso Mínimo Vital (IMV). Esta ayuda está destinada a personas y familias en situación de vulnerabilidad y es compatible con otras prestaciones, como la pensión no contributiva. Para acceder al IMV, el solicitante debe cumplir con requisitos de ingresos y patrimonio, que son evaluados en función de la situación económica familiar. El IMV ofrece una cuantía variable, dependiendo del número de miembros en la unidad familiar y de los ingresos totales.
Además, existen otras ayudas y beneficios sociales, como los subsidios para mayores de 52 años. Esta prestación está destinada a personas que han agotado sus prestaciones por desempleo, cuentan con al menos 6 años de cotización al desempleo a lo largo de su vida laboral y han cotizado, al menos, 15 años para la jubilación, aunque no hayan acumulado los 15 años de cotización necesarios para una pensión contributiva. El subsidio proporciona un ingreso mensual hasta alcanzar la edad de jubilación ordinaria.
Cotización voluntaria para alcanzar los 15 años mínimos
Para quienes están próximos a la edad de jubilación pero aún no cumplen con el periodo mínimo de cotización, existe la posibilidad de suscribir un convenio especial de cotización con la Seguridad Social. Este convenio permite a los trabajadores, incluidos autónomos y personas en paro, realizar cotizaciones voluntarias para alcanzar el tiempo mínimo de 15 años necesario. La suscripción a este convenio implica que el interesado deberá abonar las cotizaciones de su propio bolsillo, lo que representa un coste adicional, pero le garantiza el acceso a una pensión contributiva en el futuro.