El proceso judicial del caso Mazan, que juzga las decenas de violaciones sufridas por Gisèle Pelicot, entra en su décima semana con la evaluación del último grupo de los 51 hombres acusados. Los siete implicados declararán a lo largo de la semana sobre sus visitas al domicilio de los Pelicot, en las que aprovecharon el estado de inconsciencia de la víctima para agredirla sexualmente de diferentes maneras. Todo quedó registrado por la cámara del marido, Dominique Pelicot, principal acusado del juicio, que se encargaba de drogar a su ahora exmujer antes de que se produjesen los abusos.
Junto a los testimonios de los acusados, pasarán por el estrado del Tribunal Penal de Vaucluse expertos y familiares, que podrán dar una visión amplia de la personalidad de los hombres y los delitos que presuntamente cometieron contra Gisèle Pelicot. En total, 44 hombres han sido ya analizados por los magistrados, entre ellos Hassan O., que se dio a la fuga antes del inicio del proceso y será juzgado por defecto, sin estar presente en las vistas del tribunal.
Christian L., “el bombero”
Christian L. aparece en el disco duro de Dominique Pelicot identificado como “Chris el bombero”. El hombre, de 56 años y padre de dos niñas, era jefe adjunto de un centro de rescate del Norte de Vaucluse, hasta su detención. En los vídeos registrados por Pelicot, aparece vestido con el uniforme del cuerpo de bomberos.
Tras su arresto, los investigadores encontraron varios dispsitivos electrónicos, entre los que descubrieron 728 imágenes de carácter sexual, muchas de las cuales mostraban a chicas jóvenes e incluso niñas pequeñas. Según ha podido saberse durante el proceso, Christian L. chateaba en Coco.fr, sitio web desde el que Pelicot contactaba a los agresores de su mujer, bajo el pseudónimo Oxney 01. El bombero solicitaba ahí tener relaciones con adolescentes y, en un punto, un internauta le ofreció a su “sobrina de 9 años”.
El bombero, al que también se acusa por posesión de pornografía infantil, negó los hechos al inicio del proceso judicial.
Charly A.
El ahora treintañero tenía tan solo 21 años cuando comenzó a visitar el domicilio de los Pelicot, en enero de 2016. Acudió a la llamada de Dominique Pelicot un total de seis veces entre 2016 y 2020, hasta ser finalmente detenido a inicios de 2021.
Definido por los expertos como “solitario”, “ingenuo” y “muy reservado”, Charly A. solo tenía contacto con una mujer en su vida, además de Gisèle Pelicot, y esa era su madre. El joven llegó a ofrecerle a Dominique Pelicot aplicar la misma mecánica con su progenitora. Los investigadores encontraron concentraciones muy bajas de ansiolíticos en el pelo de la señora, por lo que podría entenderse que Charly A. llegó a intentar llevar a cabo la idea. Sin embargo, asegura que terminó por tirar las pastillas que le proporcionó Pelicot.
Frente a los inspectores, el acusado reconoció que sabía que Gisèle Pelicot estaba drogada desde la segunda o tercera visita, porque le parecía anormal que ella no se despertara en ningún momento. Al inicio del juicio, no reconoció los hechos.
Nicolas F., periodista
De 42 años de edad, el conocido redactor trabajaba para varios medios de Aviñón. Acudió una sola vez al domicilio de los Pelicot, en enero de 2018. Según ha explicado el propio Nicolas, Dominique le contactó por internet para tener una relación entre hombres, mientras Giséle dormía en la habitación de al lado, pero terminó por abusar de la mujer.
Nicolas F. ha admitido que le sorpendió la inconsciencia de Gisèle Pelicot, pero prosiguió con los tocamientos porque “su marido le aseguraba que estaba de acuerdo”. Aseguró después que tuvo una gran falta de juicio en ese momento. Al inicio de la audiencia, sin embargo, negó los hechos.
En sus propios archivos, la policía encontró 4.274 imágenes y 262 videos de carácter pedopornográfico, si bien el acusado asegura que no sabe “como llegaron esas fotos y vídeos” a su ordenador.
Boris M., transportista
Descrito por sus examantes como “atento y cariñoso”, este empleado de una empresa de transportes niega haber cometido los hechos que se le imputan en el juicio. Las grabaciones de Dominique Pelicot, no obstante, le muestran en enero de 2020 en la habitación del matrimonio. El acusado acudió una vez a casa de los Pelicot y, aunque terminó reconociendo que Gisèle no le había dado su consentimiento, asegura que desconocía que ella estaba drogada y creyó la versión del marido, que le dijo que ella había bebido.
Philippe L.
Este hombre de 62 años habría violado a Gisèle 7 de junio de 2018, según los vídeos guardados por Dominique Pelicot. En las imágenes, la víctima aparece tapada con un paño en el rostro. Según el exmarido, decidieron hacerlo para evitar que se despertara, pues los hechos ocurrieron a plena luz del día, sobre las 15:00 horas.
Philippe L. reconoció los hechos al inicio del juicio, pero negó tener la intención de violar a Gisèle.
Nizar H.
Originario de Túnez, este hombre de 40 años asegura que fue drogado el día de los hechos, sin aportar ninguna otra explicación para su relación sexual con una mujer de 68 años claramente inconsciente.
Apodado como Karime en los vídeos de Pelicot, asegura que le tendieron una trampa y que solo seguía las indicaciones del marido. El psicólogo experto dijo durante su exposición que el acusado “no menciona a la víctima como una persona, salvo de forma peyorativa como una mujer vieja no deseable”. El hombre tiene antecedentes por amenazas de muerte y violencia doméstica.
Joseph C., jubilado
A diferencia de otros coacusados que enfrentan cargos de violación agravada con penas de hasta 20 años, Joseph C. es el único acusado por agresión sexual en grupo y podría enfrentarse a penas de hasta 7 años de cárcel. Identificado con el pseudónumo Patrick de Bedoin” en los archivos de vídeo, el jubilado acudió con otro de los acusados, Romain V., juzgado la semana pasada.
Tras su arresto, Joseph C. aseguró que practicaba el libertinaje desde hace varios años, particiando en sitios de encuentros liberales. Para él, era algo recurrente que se creasen escenarios en estos encuentros, pero que llegó a dudar sobre el consentimiento de Gisèle Pelicot. Sin embargo, no denunció los hechos por miedo a que Dominique Pelicot utilizase las grabaciones en su contra. El acusado negó los hechos de agresión sexual. “Nunca supe que la víctima estaba bajo sustancias”, declaró.